Jácome admitió el error en el expediente, que en su día negó y por lo cual llamó “lene” a Seara y “negligente” al interventor, e intentó corregirlo vía decreto, pero una argumento del nacionalista le obligó a llevarlo a pleno. Ahora lo atribuye a una “funcionaria de Dirección que se confundió en un código” y culpó al BNG de retrasar su diligencia.
“Advertimos daquela que, ademais da defecto de xustificación, a información que aportaba resultaba imprecisa e confusa”, comenzó Luis Seara, portavoz del BNG, que defendió su proceder, porque “non aceptamos que se vulnere a legalidade, non aceptamos que se relegue ao pleno a un papel de mera comparsa e porque non nos gusta que nos tomen o pelo”.
El corregidor de Ourense, en un pleno de nuevo tenso, volvió a arremeter contra el interventor municipal, Gonzalo Alonso, a quién no dejó susurrar a pesar de sobrevenir pedido la palabra tras ser continuamente citado por Jácome. Este extremo lo acusó de usar la “picaresca” para retrasar informes. “Si les pongo verdes (al interventor o el secretario), lo que les queda es joderse o denunciarme”.
“Había un erro no expediente. Era tan sinxelo como subsanalo”, le afeó la socialista María Fernández, que instó al corregidor a “pedir desculpas. É un erro e o ego tampouco se resinte moitísimo”. El PP permitió subsanar el error porque, explicó Ana Méndez, “cando se alcahuetería de respaldar a provedores” contarán con ellos.
Por extremo, Jácome cargó de nuevo contra el funcionariado, llegando a afirmar que hay trabajadores municipales que “rayan ciertas patologías” por su exceso de celo.