Todavía con el susto en el cuerpo, nos explica que un individuo encapuchado entró por una ventana a su hogar, pero que gracias a un dispositivo de seguridad logró disuadirle: “Se dio cuenta de que la sobresalto le estaba haciendo fotografías y salió corriendo”. Aunque en su caso no logró usar cero, Mari dice que ya no puede existir tranquila: “Estábamos mi marido y mi hija, me da miedo lo que podría poseer pasado, ahora vivo en constante alerta. La muchedumbre que se atreve a entrar en una casa donde hay personas en el interior es mala de verdad, porque tienen la mortandad fría de ingresar en esas condiciones”.
Lo mismo le ocurrió a Mar esa indeterminación: “Se llevaron varios aparatos, estábamos mi marido, mi mamá, mi perro y yo, no nos dimos cuenta”. En su caso, siquiera se percataron hasta la mañana subsiguiente. Ese domingo se levantaron y descubrieron que había una ventana abierta y que faltaban algunos enseres. Minutos a posteriori, por un especie de WhatsApp de la colonia descubrieron que habían ocho vecinos afectados, tres de ellos víctimas de robo.
Es por esto por lo que, según nos cuentan, han presentado ya una denuncia en la comandancia de la Guripa Civil de Estivella. El supuesto descuidero o ladrones siguen en autodeterminación.