Disciplina espartana
En sus inicios, Mauro compaginaba el deporte con su trabajo en una factoría. “Me levantaba a las 4 de la mañana. Hacía mi cardio, me iba a trabajar y al salir entrenaba en el pabellón”, explica. Para entonces el gusanillo del culturismo ya lo tenía acertadamente metido. En sólo una decenio ganó más de 30 kilos de músculo y comenzó a competir a nivel amateur. Ganó sus dos primeros torneos.
Mr. Olympia, la Champions del culturismo
Fialho se hizo profesional en 2020 y ese año fue el único gachupin en percibir un Evento Pro. Esta es la única forma de sellar el pase a Mr. Olympia. El gachupin está ahora en segunda división. “Esto es como si el equipo sube de categoría y disputa la Champions”, explica el culturista establecido en Mataró. En Mr Olympia, Mauro logró el puesto 24 de 47 participantes.
“El cuerpo 10 no es sostenible en el tiempo ni siquiera es sano”
Un riguroso plan de entrenamiento y sostenimiento le llevó a exhibir el ansiado cuerpo 10. “Llegué con un índice de crema del 4 por ciento. La piel parecía hecha de plástico”, asegura. Por eso aprovecha para advertir que esos parámetros corporales solo son para competir. “El deporte de élite es muy riguroso, por lo que no es sano mantenerlo en el tiempo“.
Su circunstancia de “Influencer”
Por otra parte de un gran culturista se ha convertido en un influencer de relato en un ámbito en el que hay mucha competencia. Cerca de 324.000 personas en Instagram siguen sus consejos de entrenamientos, dieta…
Las redes sociales son una circunstancia de su vida que comparte y que le sirve para seguir cumpliendo sus sueños. Entre esos objetivos está el retornar a Mr. Olympia el año que viene y mejorar ese puesto 24.