La influencia de las zonas verdes urbanas en los tipos de aves



En los últimos abriles, se ha conocido muy utilizado el discurso de la importancia de zonas verdes en las ciudades, espacios de naturaleza entre tanto urbanística que agreguen verde y vida a las zonas de tránsito de miles de personas, e incluso millones.

Lo cierto es que estas zonas no solo afectan a los humanos, o al menos eso refleja un estudio, en el que participan investigadores del Museo Doméstico de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y la Universidad de Ciñuela, que refleja la influencia de los lugares verdes urbanos en las distintas aves que habitan las ciudades.

Zonas verdes y aves

“Ya en estudios previos habíamos detectado que un mejora urbano integrador o separador determinaba la presencia de comunidades de aves diferentes”, apunta el investigador de la Universidad de Ciñuela, Juan Diego Ibáñez Chopo. Sin secuestro, por otra parte de afianzar la certeza de las investigaciones previas, esta investigación “ha permitido identificar, por otra parte, qué características de las aves les permiten asentarse en uno u otro tipo de áreas urbanas”.

Para durar a una conclusión han trabajado científicos de distintas partes del mundo como Finlandia, Polonia, Alemania, Holanda o la República Checa, donde se han recolectado datos de las comunidades de aves de las urbes de carácter integrador (con zonas verdes pequeñas como jardines privados y flora en las calles mezclada con edificaciones unifamiliares y víctima densidad de población) o separador (con grandes zonas verdes como parques y jardines asaz diferenciadas de las zonas edificadas de reincorporación densidad de población con bloques o pisos).

“Hemos cuantificado características como su porción de especialización alimentaria, el tipo de nidos que construyen, el esfuerzo que invierten en reproducirse o su perdurabilidad para cada especie identificada en las ciudades europeas estudiadas. Así, hemos podido analizar si el diseño urbano favorece a especies con unos u otros tipos de rasgos”, explica el investigador del MNCN Mario Díaz.

Resultado

Respecto a la comparativa de zonas con desarrollos urbanos separadores e integradores, el estudio ha indicado que, en los primeros, se crían aves que ponen muchos huevos y que utilizan con viejo frecuencia nidos abiertos y con ciclos vitales rápidos (tarabillas, mosquiteros y cogujadas) frente a unas aves con una crianza más riguroso y ciclos de vida más largos en las integradoras (carboneros, cernícalos o gaviotas).

La conclusión normal es que la configuración de los espacios urbanos favorece la presencia de especies con características diferentes, lo que se traduce en una restablecimiento de los ecosistemas y la vigor ciudadana. Es por ello que, según indica el investigador Díaz, el estudio refleja “la carestia de donar la mezcla de uno y otro tipos de mejora urbano para permitir que haya una viejo diversificación de aves. Una viejo biodiversidad urbana no solo es beneficiosa para nuestro entorno más próximo sino para nuestra propia vigor y bienestar”.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *