Los vecinos de Portugalete paseaban por la ribera de la ría y se paraban asombrados. Uno de ellos incluso reconocía que llevaba tiempo sin pasear por la zona y que verdaderamente había pensado que se había roto. Desde la implantación de las 60 pantallas que muestran un puente colgante con desperfectos, ha habido muchas especulaciones entre los viandantes: “pensaba que eran unas luces que iban a poner de perplejidad” o “quieren mostrarnos lo que hubiera sido del puente si hubiera habido una pelea aquí”.
¿Qué ha provocado la rotura?
Lo cierto es que la responsable de esta rotura ha sido una campaña de la Fundación BBK. Mediante esta impactante imagen quieren concienciar y hacer reflexionar a la sociedad sobre el precio de los productos que pagamos. Xabier Sagredo, el director de la Fundación BBK, ha recalcado que “detrás de un precio hay un progreso: hay trabajadores, materias primas, regulaciones, transparencia… Sin incautación, cuando este se establece a costas de aceptar cualquier cosa, es cuando aparece el otro precio: el precio a sufragar”.
Recalca la falta de que todo lo que compremos se haya fabricado y creado de forma sostenible. Ya que apoyan firmemente aquellos comercios que son sostenibles, y que de la misma forma, podrían ser competitivos. El director de la fundación añadía que “los proyectos que promueven condiciones laborales dignas, respecto al medioambiente y controles sanitarios, no se deberían ver obligados a ceder la competencia frente a aquellos que no cumplen esos principios fundamentales”.
El puente colgante de Vizcaya es el primer puente transbordador construido en el mundo en estructura metálica que cuenta con 130 abriles de historia. Por otra parte es una de las paradas obligatorias de los turistas que visitan Vizcaya. Por ello, este icono tan querido de la ciudad y su desperfecto han hexaedro mucho que conversar a los viandantes.