Por su parte, el todavía trabajador y representante de la CIG Henrique Vieitez maneja unos datos similares de plantilla. Vieitez advierte de que la provincia de Pontevedra, que llegó a tener en su día más de un millar de empleados, “siempre ha destacado -en el ámbito estatal- por porcentajes pequeños” de acogimiento a los expedientes de regulación o planes de suspensión individual.
La atención apunta al “ámbito” que planteará Telefónica, advierte el representante de UGT, que se centra en la afectación por edades del ERE que pretende implementar Telefónica, cuestión que aún desconocen. Por su parte, avisa de que tendrán “las espadas en suspensión” para dejar claro que “si hay ERE, tiene que suceder convenio”, con un planteamiento de duración de tres abriles y mejoras salariales, entre otros aspectos.
La empresa presentó su intención de aplicar un ERE y ahora deberán pirarse cuatro mesas de negociación, una, la del convenio, y otras tres por cada una de las empresas vinculadas (Telefónica España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones). Por su parte, el portavoz de la CIG muestra su rechazo a “esta forma de aminorar plantilla”.