El director técnico de emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, ha explicado que el incendio en Tenerife es “un fuego que tiene carácter propio y hace que sea muy difícil de extinguir». Tras una “noche tranquila”, se trabaja en la consolidación perimetral, ya que el incendio se considera todavía “activo” y tiene un frente aún con llamas, ya que en la zona de la sierra de Güímar y en Malabrigo se encuentra imposible acceder a los fondos de barrancos, donde hay puntos calientes con “cierta raza” que se están reforzando para evitar reactivaciones.
Los reinicios “son y serán frecuentes” pero hay medios para actuar “con contundencia”, ha expresado el jefe del Servicio Forestal del Cabildo de Tenerife, Pedro Martínez. Actualmente hay 14.751 hectáreas afectadas en un perímetro de 90 kilómetros.
Federico Grillo ha tranquilizado a la población, explicando que “no todo está calcinado” y Las zonas devastadas consideradas de alta intensidad se estiman en un 30 o 40% del total. “El fuego ha tenido diferentes efectos, funciona como un anillo de fuego que se extiende por todo el territorio, con un frente de llama en el exterior” y que en este caso “ha tenido un fuerte eje de propagación desde la zona de la cabeza, con una altísima Altitud de la llama y velocidad de propagación que imposibilitaban el ataque. Lejos de lo que se pueda pensar, ha detallado: «Atacar un incendio por todos lados es enviar a la gente a la muerte.».
«Atacar un incendio por todos lados es enviar a la gente a la muerte»
Federico Grillo
Analista y director técnico de emergencias del Cabildo de Gran Canaria
Un incendio tiene una “ingeniería de extinción” muy definida que trabaja en “una escalada y por sectores de trabajo”. En estos empleos críticos “hay maniobras extremadamente peligrosas para aprovechar las ventanas de oportunidad”. El fuego es “parte del ecosistema” de la isla, que “ha estado solo sin intervención humana con volcanes y rayos durante millones de años, y por ello la vegetación se ha adaptado y una muestra de ello es el pino canario”, afirmó. . En Tenerife, “hay zonas de alta intensidad, con un incendio de copa que ha generado zonas negras y grandes claros, pero también hay zonas verdes donde el fuego no ha tenido esa intensidad, porque ha generado una llama pequeña y daños mínimos”. ” Las zonas calcinadas y de alta intensidad “veremos cómo vuelven a crecer, unas en unas semanas o meses, otras en años dependiendo de si tienen más o menos dificultad” para recuperar el paisaje verde del Bosque de la Corona de Tenerife.
“Las especies se irán adaptando a cada zona, y a los daños que éstas tengan” ya que “desde el punto de vista del ecosistema se generan procesos y con ellos salvamos una de las peores cosas que puede pasar: incendios devastadores y megaincendios que arrasan “Todo. con alta intensidad. Las zonas de alta intensidad son el 30 o el 40%”, por lo que ha advertido que “no hemos perdido las montañas, se van a recuperar, no hay pérdida total” y la naturaleza volverá a ganar dentro de un tiempo.
Una “noche tranquila” de continua “reactivación”
Pedro Martínez explicó que “la noche ha estado tranquila, pero hemos tenido muchas reproducciones, que estamos intentando asegurar”. Anticipa que “seguiremos con reinicios en varios puntos, pero el músculo de extinción es muy grande”. En estos momentos, “estamos en la fase de consolidación del perímetro”. y hoy llegan refuerzos de El Hierro y mañana de La Palma y La Gomera«.
“Hay mucho trabajo. Habrá puntos calientes y hay que consolidar el perímetro» y no se ha atrevido a dar una fecha para una estabilización total.
El frente más complejo está en Malabrigo, donde ha habido “maniobras exitosas pero hay zonas sin acceso al fondo del barranco”. Anoche “hubo un pequeño frente de reactivación y a lo largo del día tenemos muchas esperanzas de que se controle”, pero “hay sitios sin accesibilidad” donde “se buscará evitar la progresión”
Las noticias “son buenas”, celebró, y el fuego entra en “obras de consolidación perimetral para hacerlo más robusto», algo que costará «mucho, mucho».
El consejero de Política Territorial del Gobierno de Canarias, Manuel Miranda, ha compartido la valoración de los expertos tras “una noche tranquila”, pero ha advertido de que “estamos en días calurosos”. Hay “un frente activo en la sierra de Güímar y en la zona de Malabrigo” y “avivamientos continuos». Continúan los trabajos sobre el incendio y se ha establecido una mayor vigilancia perimetral con refuerzos procedentes de otras Islas Canarias. A lo largo de la jornada se estudiará la situación de las personas desalojadas y la posibilidad de establecer de forma segura un regreso a casa de los vecinos.
Está siendo una “doble demostración de fuerza”, porque ha sido “una batalla muy dura” y que “los servicios de extinción ya están ganando”. En su opinión, hay que “ser optimistas pero cautelosos”. Hoy será “un día duro”, porque habrá reactivaciones sobre las que actuar “con contundencia”.
Ha recordado las medidas y recomendaciones para las personas recién relajadas de eliminar todo lo que pueda quemar y tomar medidas de autoprotección. “Es muy importante que nosotros mismos participemos en nuestra propia seguridad en caso de incendio”. Son “tareas arduas, los efectivos suben cuestas, trabajan muchas horas al día y hay que agradecerles a todos su trabajo durante muchos días” y afirmó que “la moral sigue alta, y aunque el fuego no está controlado, está estabilizado en buena parte.” A este incendio, “lo vamos a vencer y saldremos victoriosos de esta semana de horror”.
La jefa del Servicio de Protección Civil y Atención de Emergencias del Gobierno de Canarias, Montse Román, ha celebrado que en este octavo día de incendio “el perímetro sigue siendo el mismo, 14.751 hectáreas y un perímetro de 90 kilómetros”. Hoy funcionan 18 medios aéreos de intervención y dos de coordinación. y 300 efectivos por vía terrestre, a los que progresivamente se irá incorporando personal de refuerzo.
“Quedan 3.149 personas desalojadas, hoy se evaluará la situación y cómo evoluciona el día”.
La calidad del aire es “muy desfavorable, con valores muy elevados en Los Realejos y La Orotava, y en la cresta sur de Candelaria por acumulación de humo”.