Ahora, muchos de los retenidos por Hamás han decidido compartir con sus familiares los detalles sobre su secuestro. Y algunos de esos familiares están dando a conocer todos los testimonios de las víctimas que han sufrido más de cincuenta días de cautiverio.
Estas son algunas de las estremecedoras historias.
Sin colchón, sin garbo
Ruth Munder, una anciana de 78 abriles, fue una de las primeras liberadas. Pegado a ella, su nieto fue uno de los afortunados que pudo escapar de la pesadilla. “Dormíamos en sillas, sin un colchón. Nos cubríamos con una sábana. Eso era todo”, ha comentado Ruth. Permanecían en un oficio cerrado y repleto de gentío. “Era una habitación asfixiante. No nos dejaban desplegar las ventanas para tomar un poco el garbo”, ha lamentado la anciana.
Según se ha podido entender, su dieta se componía básicamente de pollo con arroz, conservas y poco de pinrel.
“Pasaron frío, pasaron escasez, pasaron mucho miedo“, comenta Diego. Su hermana y sus dos sobrinas son dos de las últimas liberadas por Hamás. Adicionalmente, todos los prisioneros debían estar quietos y callados. “No podían murmurar. Siempre había un municipal que decía: silencio, silencio”, asegura el usual de las víctimas.
“Emancipación acompañada de mucha mortandad”
Eitan, un chico de tan solo 12 abriles, ha pasado 52 días secuestrado por Hamás. El pequeño ha confesado a sus familiares que los terroristas islámicos le obligaban a ver vídeos que mostraban los asesinatos cometidos el pasado 7 de octubre. Por suerte, Eitan ahora se encuentra sano y omitido, rodeado de sus seres queridos.
Y, aunque todos están muy felices de tener huido de la terrible situación que vivían, no será obvio para ellos olvidar todo lo que han experimentado. “Todavía no me lo creo. Es como si estuviese soñando. Una permiso, sin requisa, acompañada de mucha mortandad“, comenta Etaf Jaradat, otra de las prisioneras liberadas.
La tregua podría prolongarse
Se aplazamiento que Hamás e Israel liberen más rehenes y prisioneros este miércoles, zaguero día de la tregua de seis días en la Franja de Lazada. Mientras, la CIA y el Mosad continúan negociando para intentar que se prolongue el suspensión el fuego, incluso indefinidamente.
La tregua podría ampliarse dos días más con las mismas condiciones. De momento, para Israel todo depende de si Hamás puede avalar la permiso de diez rehenes cada día. El problema es que, en sinceridad, Hamás no puede estabilizar que controla a todos esos rehenes.