El PP solo excluirá a Bildu de su intento negociador, pero sí está dispuesto a sentarse con Junts y ERC


«Con todos menos con Bildu». Éstas resumen la estrategia que seguirá el Partido Popular de cara a las negociaciones para la investidura de Alberto Núñez Feijóo. El presidente del Partido Popular tiene intención de convocar la próxima semana a los grupos parlamentarios con representación en el Congreso de los Diputados. Pero en esa ronda no llamará a Bildu. Es la única exclusión que hará, según confirman fuentes de Génova, lo que supone que incluirá a ERC y Junts entre sus convocatorias.

Los principales dirigentes del Partido Popular se han desplegado a lo largo de la mañana por los principales programas de radio y televisión para defender la viabilidad de su candidatura tras el nombramiento del Rey. Y ese ha sido el mensaje común que todos ellos han querido transmitir. Pese al riesgo que puede suponer no rodear también al independentismo catalán, Génova defenderá que más allá de que es muy difícil, es factible lograr la investidura. Y eso para desarrollar una ronda lo más convencional posible.

El Secretario General del Partido Popular, Cuca Gamarra, ha anunciado esta mañana que van a “convocar a todas las fuerzas políticas” y ha explicado que su formación sólo tiene “una línea roja que es Bildu y que la entiende toda España”. Pero al mismo tiempo defendió que la intención del PP es buscar apoyos para dar a los españoles una alternativa y un gobierno que no pase por los que quieren romper España.

Es un equilibrio difícil el que busca el PP. El vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Ponsdefendió esta mañana que se puede hablar con Junts: «Es un grupo parlamentario, que, como ERC, más allá de las acciones que llevaron a cabo cuatro personas, cinco, diez, representa un partido cuya tradición y legalidad no está en duda Pero, al mismo tiempo, reconoció que el PP lo tiene “muy difícil” para alcanzar los votos necesarios “porque no está dispuesto a hacer nada para gobernar, pero lo va a intentar, debe intentarlo, por doloroso que sea”. “Por más duro que sea, por más difícil que sea”. Tan difícil como el coordinador general, Elías Bendodo, había cuestionado que Junts estuviera mucho tiempo fuera del marco constitucional.

El proceso supondrá una llamada al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, para “darles a elegir” entre un acuerdo con ellos o con Junts. La puerta en cualquier caso está completamente cerrada en ese sentido. Pero el PP seguirá insistiendo. Siempre con el complejo equilibrio de no tensar la relación con Vox, que se ha comprometido a apoyar un gobierno del PP en solitario.

La pieza más grande en este proceso es el PNV, a pesar de las repetidas negativas de los nacionalistas vascos. “Estoy convencida de que al PNV le pueden interesar las propuestas que vamos a hacer, en favor de la estabilidad”, afirmó Carmen Fúnez, vicesecretaria de Políticas Sociales del PP. Fúnez confirmó que el PP mantendrá conversaciones con todos los grupos parlamentarios, a excepción de Bildu, e incluidos Junts y ERC. Pero con límites claros: «Todo lo que esté dentro del marco constitucional y todo lo que implique la no ruptura de España. Tenemos muy claras las líneas que no vamos a traspasar. Por supuesto, no a la amnistía ni a la autodeterminación.

El vicesecretario de Cultura, Borja Sémper, defendió la obligación institucional del PP de buscar la investidura ante la previsión de que Sánchez aspira a renovar su mandato “de la mano de Bildu, ERC y un prófugo de la Justicia”. Sémper ha recurrido además del PNV, recordando que en muchas ocasiones ha apoyado al ganador de las elecciones, el PSOE que no se muestra cómodo con la posibilidad de que Sánchez sea presidente con la colaboración de un prófugo de la Justicia.

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