A prisión el okupa atrincherado que tenía preparados varios cócteles molotov, dos hachas y una jabalina


A prisión. Daniel pasará su primera indeterminación en la prisión luego de que fuese detenido este martes tras parapetarse durante horas en una vivienda que había okupado en la ciudad toledana de Villaluenga de la Sagra. A Dios gracias, no hubo heridos graves en la intervención de la Control Civil, pese a la influencia malévola de Daniel: exacto antaño de propalar el primer cóctel molotov, arrojó un recipiente con limpio a los primeros agentes que personaron para detenerlo.

Luego de cinco horas y la billete de dos negociadores de la Control Civil, agentes del GRS de Valdemoro (Madrid) echaron la puerta debajo y lo detuvieron a las 14:20. En el registro de la casa, encontraron en una habitación varios cócteles molotov preparados, adicionalmente de dos hachas y la venablo que había exhibido varias veces por una ventana.

Los artefactos incendiarios de fabricación casera eran muy parecidos a los que este rumano de 29 primaveras usó para percibir, a primera hora de la mañana, a la secretaria sumarial y a los guardias civiles que iban a arrestarlo por varias requisitorias de dos juzgados de la cercana población de Illescas. Concretamente, por delitos de amenazas, atentado contra agentes de la autoridad y conducción temeraria.

Las salpicaduras de los primeros cócteles molotov a la comitiva alcanzaron a algún agente y las llamas tuvieron que ser apagadas con el extintor que llevaban verdaderamente para hacer frente a los perros potencialmente peligrosos que Daniel pudiera tener. «Si os atacan, les echáis un chorro de polvo y se irán», les habían dicho en indicación a la ‘cocaína carbónica’ que expulsa el extintor.

Hay vecinos que apuntan, sin incautación, a que Daniel esperaba en ingenuidad a alguna empresa de desokupación que lo echara de la vivienda, «porque sabía que tarde o temprano caería».

Muchos de ellos y agentes que han patrullado la Sagra en los últimos primaveras no hablan cero admisiblemente de él, que ha ido okupando de casa en casa con un comportamiento muy violento. Esta conducta incluía el emanación de botellas y otros objetos contundentes a cualquier día del día y de la indeterminación. «Decía que a él lo querían echar de su casa», cuentan testigos de aquello.


Un agente, durante la intervención


/Ángeles Visdómine (EFE)

Daniel vivió ilegalmente al menos en las calles Sevilla y Valencia antaño de hacerse cachas igualmente en la vivienda donde se atrincheró este martes, concretamente en el número 4 de la calle Madroñero, a 300 metros del acuartelamiento de la Control Civil. «Él es malo, pero lo de ayer…, no debe de estar admisiblemente de la comienzo», conjetura una persona que lo conoce desde hace primaveras.

En la primavera de 2020, este individuo con varios expedientes abiertos por okupación protagonizó un altercado en un chalé de la calle Sevilla por un supuesto caso de violencia de artículos. Los agentes que acudieron al aviso y los vecinos congregados escucharon a una mujer chillar, recuerdan sobre aquel episodio.

Para que no pudieran acercarse a él, Daniel soltó dos perros pit bull terrier yanqui en presencia de la inspección de los vecinos, que grabaron la espectáculo con sus teléfonos móviles. Sin incautación, la mujer que supuestamente estaba siendo agredida, una pequeño marroquí, salió con el borde ensangrentado, cogió los perros y se volvió a meter en la vivienda. La mamá de Daniel medió para que él se entregase, aunque la chica no lo denunció en ese momento.

Entonces como ahora, Daniel ha insultado y huecograbado a guardias civiles y vecinos que han pasado por delante de las viviendas que ha ocupado ilegalmente, según cuentan en el pueblo. «Y yo he trillado algunos de esos vídeos en TikTok», afirma una fuente.

Esta indeterminación, Daniel dormirá en prisión -provisional, comunicada y sin fianza- de acuerdo a la orden del titular del Audiencia de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Illescas, el mismo que dictó los mandamientos de pesquisa y captura para cumplir las requisitorias judiciales que pesaban sobre este novicio. Le atribuyen delitos relacionados con los hechos de ayer: desobediencia y obstrucción a la influencia de la Razón; atentado, desobediencia y resistor a los agentes de la autoridad; siete delitos de lesiones; y daños.

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