Xunta, Asociación Gallega del Hidrógeno, Confederación de Empresarios… El clamor es generalizado posteriormente de que se confirmaran las peores sospechas y se hiciera oficial que el tramo Zamora-Guitiriz de la red de hidrógeno verde se queda fuera en el lista de Bruselas de Proyectos de Interés Global, que podrán optar a financiación comunitaria. «Es incomprensible» e «indignante», censuró Alfonso Rueda, presidente autonómico, a preguntas de los medios. El mandatario censuró que, a la olfato de lo sucedido, el tramo gallego «no es una prioridad para el Gobierno de España y nos dejan fuera de los diseños que llevaron a la UE para que se financiara la construcción de estos hidroductos»; poco que ve como «un agravio más y una valor de perjudicarnos».
El presidente de la Xunta aseguró que Galicia, de todas formas, peleará para revertir esta valor y que no caiga en saco roto el «esfuerzo muy importante» realizado, tanto en tamaño de proyectos, que recordó que es muy superior a la media doméstico, como a la hora de «solucionar nuestra conexión a través de ese hidroducto en Guitiriz». Al hilo, agradeció la emplazamiento del asesor delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, trasladándole «todo el apoyo para inquirir otra alternativa para no quedarnos desconectados». Un apoyo que, caldo a aseverar, hace aún más indignante que «el Gobierno de España le diga a la Unión Europea que no vale la pena y que hay que atender otros temas». Rueda explicó que no será sencillo pero que se buscarán «otras vías de financiación», porque «si se empeñan en ponérnoslo difícil desde el Gobierno central, Galicia lo que no puede es quedarse de brazos cruzados». «No hay derecho», apostilló.
La Asociación Gallega del Hidrógeno (AGH2) trasladó en un comunicado su «preocupación» por una decsión que «podría dificultar el ampliación de los proyectos que están en marcha, alguno de los cuales ya cuentan con fondos europeos, pero incluso frenaría aquellas iniciativas que todavía están en grado paño. Galicia puede encontrarse convertida en «una isla energética en el transporte de hidrógeno», advirtieron.
La patronal gallega (CEG) denunció que «la abandono de Galicia en el carta del corredor de hidrógeno de Bruselas nos condena al aislamiento y a perder competitividad». «Si Europa no financia, exigimos el compromiso del Gobierno para acometer estas infraestructuras y su financiación, e impedir la abandono de Galicia en el corredor de hidrógeno», señalaron. «Se está negando a Galicia un ampliación igualitario con respecto a otras comunidades de España».
El Gobierno lo niega
Del otro costado, cerró filas con el Gobierno, como no podía esperarse en otro sentido, su delegado en la Comunidad, pedro Blanco, quien afirmó que Galicia «no va a resultar fuera de nulo, lo que se llevó al Parlamento [europeo] es un catálogo de infraestructuras y empresas, hay un error de pulvínulo», apuntó en declaraciones recogidas por Ep. «Se prostitución de un catálogo de centros de peculiar interés», rebajó el envergadura de la valor.
Asimismo a nivel de partido se salió al paso de las críticas de la Xunta. Nicolás González Casares, eurodeputado del PSdeG, acusó a Rueda de «tapar la incompetencia» del gobierno gallego en los últimos primaveras; en los que, acusó, no hizo «ningún trabajo en las instituciones europeas» para que el tramo Guitiriz-Zamora contara con apoyo de la Comisión. La potestad sobre el carta energético de la CE, ahondó, «es puramente europeo», y basado en un reglamento en el que el Gobierno gachupin no tiene «nulo que ver»; descargó de omisión al Ejecutor de Pedro Sánchez. Rueda, en cambio, tiene claro que Bruselas se consejero por lo que indican los Estados miembros, y que incluso aquí fue el caso.