En el primer caso, el planeo iba a aterrizar cuando, de repente, por un problema en el tren de aterrizaje, se desplomó causando la destrucción del motor y de partes imprescindibles para el planeo del avión como una de las alas. En este suceso no hubo ningún herido, sin retención, los pasajeros tenían que ser transportados a su destino, por lo que se mandó otro avión horas luego para ese traslado. Cuando iba a desgajar, este segundo avión tuvo problemas en el control y acabó estrelladose contra un edificio.
A pesar del susto que se llevaron los pasajeros, todo quedó como una suceso, aunque los servicios de la tripulación fueron indispensables. Ahora se investigan las posibles causas del arbitraje de los dos aviones con el mismo maniquí.
Sustos en vuelos
Desplazarse en avión puede ser toda una aventura que a veces llega a asustar mucho. Un ejemplo de ello es un planeo que tuvo que encontrarse forzosamente interrumpido y aterrizar luego de que un heroína se escapara de su compartimento. El avión tuvo que retornar a su sitio de origen delante el miedo y susto del resto de pasajeros.
El miedo a veces se ve sustituido por el asco y la incertidumbre, como el caso de un pasajero que defecó en el suelo del avión y obligó a derogar un planeo que se movía desde Tenerife a Londres.