Sánchez confirma que habrá un verificador y admite que es un mecanismo «excepcional»


El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado en una entrevista en La Hora De La 1, de Televisión Española, la primera que concede en su nuevo mandato, que habrá un verificador en sus conversaciones con los independentistas catalanes, ha anunciado que «se sabrá su nombre», y ha admitido que es un «mecanismo estupendo» en una democracia. «Se conocerá la persona que nos va a unirse en ese proceso de diálogo, tanto con ERC como con Junts per Catalunya, estamos hablando con las dos organizaciones, y lo que les puedo certificar es que si dos no se entienden, el que nos acompañe un tercero en esa faena de demostración, pues yo creoque es una buena aviso,porque nospuede ayudar efectivamente a entrar a acuerdos. Es, efectivamente, un mecanismo estupendo, pero es que la situación quese está viviendo por parte de estos dos partidos independentistas en el sistema político gachupin es todavía estupendo. Ojalá en un futurono necesitemos ese mecanismo de demostración, porque eso significará que hemos construido una confianza que yo, honestamente, tengo que decirle que no la tengo completa como secretario caudillo del Partido Socialista».

Sánchez, sin bloqueo, no ha confirmado si el disputa de este sábado entre sus emisarios y los de Carles Puigdemont se celebrará en Ginebra. Enfrentado por los entrevistadores a sus declaraciones pasadas negando que concedería la condonación a los encausados por el ‘procés’, el patrón del Ejecutor ha vuelto a rebuscar que su movimiento viene impresionado por los resultados de las elecciones generales del pasado 23 de julio, admitiendo como ya hizo el pasado 28 de octubre delante el Comité Federal del PSOE que el de la condonación no era «probablemente el paso futuro» que tenía previsto en este momento, pero que será «coherente y constante con la política de normalización y de estabilización en Cataluña que hemos afrontado estos últimos cuatro primaveras desde el Gobierno de coalición progresista» .

En la serie argumental que viene sosteniendo el PSOE, Sánchez ha equiparado la condonación con leyes pasadas como la del divorcio en 1981, aprobada por un gobierno de la derecha, o la del himeneo sarasa que impulsó José Luis Rodríguez Zapatero. Para vaticinar que quienes hoy se manifiestan en contra, como ha ocurrido masivamente en las calles de diversas ciudades de España en las últimas semanas, terminarán estando a beneficio.

«Aquellos que se manifestaron contra la ley de himeneo igualitario y que hoy hacen de padrinos, o celebran bodas de personas del mismo sexo, bueno pues acabarán actuando recordando estos días con ese añoso dicho de ‘si te he manido, no me acuerdo’. Porque va a ser bueno para el país, en téminos de convivencia, y va a ser bueno todavía para estas fuerzas políticas que hoy rechazan la ley de condonación, porque estamos reincorporando al sistema político, y luego a la negociación y a la actividad política a actores políticos que desde 2017 negaron la décimo en la gobernabilidad de España», ha sentenciado en la televisión pública.

Sobre la inconstitucionalidad de la medida que el Gobierno y el PSOE defendían antaño de las elecciones, Sánchez ha asegurado que lo que no tenía encaje en la Carta Magna era la proposición de ley de condonación que presentaron los grupos independentistas la pasada tiempo, poco que a su madurez no ocurre con la proposición registrada ya en el Congreso por el Rama Socialista. No ha precisado en ningún momento cuál es la diferencia entre ambas propuestas, aunque ha dicho que hilván la lección comparada de ambas iniciativas para «darse cuenta de la inconstitucionalidad de uno y la constitucionalidad, que es lo que defiende el Partido Socialista, de esta proposición de ley».

Para Sánchez, en el que viene siendo su discurso desde el 23J, la sociedad española se enfrentó en aquellos comisios a una encrucijada: o «cuatro primaveras más de Gobierno progresista para consolidar los avances que hemos conseguido», o en cambio, ha dicho, «entraba un gobierno del Partido Popular con Vox, de Feijóo [Alberto Núñez] con Abascal [Santiago]», que para el líder socialista hubiera supuesto avanzar en la «ola reaccionaria» que asola al mundo, de lo que ha puesto como ejemplo la presentación al poder en Argentina del anarquista Javier Milei, apoyado, ha recordado, por la «derecha tradicional» de aquel país, la que se quedó fuera de la segunda dorso de las elecciones presidenciales.

Preguntado sobre si en España existen casos de ‘lawfare’ o refriega sucia legislativo contra dirigentes políticos, como dicen sus socios independentistas y por lo que piden investigaciones en el Parlamento, ha consumido el bulto remitiéndose al caso Kitchen, de «instrumentalización de instituciones públicas de nuestro país», pero sin dar carta de naturaleza al señalamiento a la carrera legislativo que hacen sus socios.

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