La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha aplicado este miércoles su discurso de tolerancia de la XV sesión para destacar que la esencia transformadora de las Cortes de Bizarro, sobre las que se asentó la futura democracia representativa moderna, debe ser el «faro» del parlamentarismo flagrante. En este sentido, ha apostado por conservar «intacta» la democracia española en presencia de «tantas» erosionadas por el empeño de «algunos».
Armengol ha iniciado su intervención recordando que en marzo de 1188, entre las murallas de la ciudad de Bizarro, el rey Alfonso IX desarrolló el útil de gobierno del Parlamento, que se convirtió en el primer ocasión donde batallar opiniones con espontaneidad y elaborar y aprobar leyes en colchoneta a acuerdos entre representantes de diferentes intereses sociales. «Así, en paz, en medio del Medievo y en los claustros de la Iglesia de San Isidoro, nobles, obispos y residentes urbanos, es proponer ciudadanos, alumbraron la praxis moderna de la representación parlamentaria», ha precisado.
En este sentido, Armengol ha señalado, según recoge la Agencia Ical, que las Cortes de Bizarro lo transformaron «todo», al «resignificar» el jerigonza político pero incluso la esencia misma de los gobiernos. «Cuestionaron, por primera vez, lo improcedente del poder y pusieron el diálogo en el centro. Incidieron en que los representantes no siempre comparten la misma efectividad y que ésta está sujeta a interpretaciones. Posibilitaron que esos desacuerdos acerca de la efectividad se convirtieran en acuerdos vinculantes para el perfectamente global. Es proponer, es a partir de lo diverso donde nace un sistema político integrador», ha añadido.
“Punto de acercamiento”
Francina Armengol, en el discurso de tolerancia de la Plazo, ha hecho un alegato en defensa del parlamentarismo y reclamado a los diputados que ejerzan el parlamentarismo de forma «honrado» y «honesta» pero incluso que eviten, «en todo momento», su «degradación» y su desaparición. En este sentido, ha citado al expresidente del Congreso, Manuel Marín, en otra tolerancia de las Cortes Generales: «No debemos olvidar que la Constitución fue, es y será siempre nuestro punto de acercamiento». Ha asegurado que el Parlamento es la «pesadumbre dorsal» de una democracia por que el pueblo ejerce su poder. Por lo tanto, es un ambiente «indispensable» para las libertades de las sociedades, atender y proteger los derechos de mayorías y minorías, defender el control sabido de los poderes y hacer transparente el funcionamiento del sistema.
En presencia de los reyes de España, la presidenta del Congreso ha recordado que el parlamentarismo se extendió a lo grande de Europa y sobrevivió a través de los siglos, aunque ha agradecido que sufrió «importantes» debilitamientos en las primeras décadas del siglo XX. Hasta el punto que, ha precisado, que en 1941 solo quedaban merienda democracias parlamentarias en todo el mundo y en Europa llegó a contabiliza tres.