El movimiento feminista llena las calles de Bilbao para reivindicar los cuidados


La afluencia torrencial que ha caído durante todo el día en el País Vasco no ha sido suficiente para aplacar las voces de miles de personas que han saliente a la calle en la huelga feminista convocada este jueves. La trayecto comenzaba con piquetes en los principales accesos a las capitales vascas y ha terminado con una gran manifestación que han reivindicado la importancia de los cuidados y la dignidad de los trabajadores del sector en las calles del cetro de Bilbao. Se trataba de una convocatoria de huelga genérico, secundada por todos los sindicatos excepto CCOO y UGT. Aproximadamente un 40% de los trabajadores han secundado, de media, la convocatoria.

Bajo el letrero ‘a distinción de un derecho colectivo al cuidado’ miles de personas, en su mayoría mujeres, han itinerario desde las seis de la tarde las calles del centro de Bilbao. En su mayoría eran mujeres, pero además se ha podido ver a más de un hombre entre los manifestantes. Convocados por el movimiento feminista, y secundados por los sindicatos nacionalistas, han reclamado un sistema manifiesto de cuidados de calidad y comunitario.

No ha sido la única manifestación que se ha vivido por la tarde en el País Vasco. Vitoria y San Sebastián además han acogido movilizaciones con el mismo objetivo. Todas ellas han sido el punto y final de una huelga que arrancaba con numerosas «manifestaciones lentas» en los accesos a las grandes ciudades. La situación ha sido especialmente complicada en Bilbao. Las columnas de mujeres han itinerario los principales accesos a la ciudad y han colapsado prácticamente todas las entradas, lo que ha hecho que la ciudad se convirtiera en una ratonera para quienes a primera hora tenían que ir a trabajar.

Igualmente ha habido piquetes en los principales accesos a las zonas industriales del País Vasco. Las bengalas moradas se han dejado advertir en los accesos a Petronor, en Vizcaya, y en la factoría de Michelín, en Vitoria, se han vivido algunos momentos de tensión entre uno de los piquetes y efectivos de la Ertzaintza. Según ha informado el Gobierno vasco, dos mujeres que ese estaban manifestando han sido detenidas por la policía autonómica acusadas de desordenes públicos. Las dos detenidas quedaban en familiaridad a las pocas horas.

Los piquetes además se han ido distribuyendo por las grandes ciudades. Así, en la Gran Vía de Bilbao, arteria comercial por excelencia de la hacienda vizcaína, se han vivido además algunos momentos de tensión al paso de los piquetes por las tiendas. La experiencia totalidad permanecía abierta, y en algunos momentos han solicitado la presencia policial delante la insistencia de las manifestantes. Incluso alguna de ellas ha optado por descabalgar la persiana a su paso, aunque a lo dadivoso de la mañana han ido recobrando la normalidad.

La trayecto de la mañana terminaba con manifestaciones multitudinarias. En Bilbao un gran mar de paraguas ha llevado la reivindicación de los cuidados al Concejo de Bilbao. En el caso de San Sebastián, un asociación de manifestantes se ha encadenado en el comunicación al edificio de la Diputación de Guipúzcoa y cinco mujeres han terminado detenidas por la Ertzaintza.

Lucha de cifras

Las guerras de cifras son habituales en movilizaciones como la vivida hoy en el País Vasco, y la huelga feminista del 30N no ha sido una excepción. Desde el movimiento feminista ya a primera hora de la mañana mostraban su «satisfacción» por lo que consideraban un «seguimiento masivo». Sin retención, lo cierto es que la huelga sobre todo se ha dejado notar en la sucursal pública y el seguimiento ha sido longevo en las localidades pequeñas.

Los convocantes aseguran que el 70% de los trabajadores de la educación pública han secundado la convocatoria, una guarismo que desde el Gobierno Vasco rebajan al 39,1%. Según esos mismos datos oficiales, habría parado el 13% de los administrativos y el 11% de los trabajadores de Equidad.

En el caso de la sanidad, los servicios mínimos obligaban a persistir al 100% los servicios de urgencias y en el resto la plantilla equivalente a un fin de semana. Desde el movimiento feminista aseguran que algunos ambulatorios han permanecido «cerrados», incluso a pesar de unos servicios mínimos que consideraban «excesivamente altos». La guarismo oficial del Unidad de Sanidad es que se han adherido a los paros el 5,65 de la plantilla del turno de mañana.

En el caso del transporte manifiesto, la huelga ha dejado algunas aglomeraciones, pero no se han registrado casi nada quejas de los viajeros. Estaban garantizados el 30% de los servicios de metropolitano y Euskotren, los dos servicios de transporte manifiesto dependientes de la comunidad autónoma. De nuevo, los convocantes hablan de un «seguimiento amplio», aunque las empresas confirman que el 62% de los convoyes han circulado con normalidad.

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