Las cifras relativas a la construcción de edificios y viviendas de nueva planta en Galicia registran títulos más bajos que en 2022, mientras que las obras de rehabilitación crecen tenuemente y reflejan un veterano dinamismo en el mes de agosto, periodo del que el Instituto Galego de Estatística (IGE) extrae sus datos más recientes.
De acuerdo a la información hecha pública ayer por el organismo, entre enero y agosto del año pasado —los dos inclusive— se habían expedido un total de 1.533 licencias para la construcción de edificios —tanto residenciales como no residenciales— de nueva planta. Mientras que, en ese mismo periodo, este año la guarismo desciende a 1.332, una ocaso de un 13,11%. El número de construcciones se reduce incluso al fijarse en el cuenta de sólo agosto, con 141, un 16,5% menos que los 169 registrados en el mismo mes de 2022.
Sin secuestro, en cuanto a la cantidad de edificios rehabilitados —siempre atendiendo al mismo periodo de enero-agosto—, de 1.161 en 2022 se pasó a 1.205 en 2023, una subida del 3,79%; y, en este caso, el aumento incluso se corresponde a la variación que tuvo el octavo mes, que pasó de 116 en 2022 a 128 este año, lo que se traduce en un 10,34% de aumento.
Por otro banda, las viviendas —construcciones separadas e independientes destinadas a uso habitable, según las define el IGE— de nueva planta se contaban en 1.971 en 2022 y descendieron a 1.617 en 2023, una ocaso del 17,96%. A pesar del descenso, sí se registra un imprudente incremento en los datos de agosto, con un recuento de 130, ocho más que en el mismo mes de un año antiguamente y una subida del 6,5%. Igualmente, las viviendas rehabilitadas contabilizaron una muy leve ocaso en los ocho primeros meses de este año, de escasamente un 1%, hasta las 396, frente a las 400 que se contaban en 2022; pero, en cambio, aumentó la suma del mes de agosto, que pasó de 27 a 36 —un 25,93 % más—, lo que refleja un incremento cuanto menos fresco en la actividad.
Por final, el cuenta total de las licencias concedidas para acometer obras en edificios incluso experimentó un descenso: de las 2.589 expedidas hasta agosto de 2022 —que había registrado 270 en sus treinta y un días— se pasa a 2.438 en el mismo periodo de 2023 —con 263 en su octavo mes—, dejando una ocaso de un 5,83%. Este año, la mayoría, 1.914, fueron para inmuebles residenciales, mientras que 524 se destinaron a no residenciales. Mientras tanto, las licencias para demoliciones de edificios han sido 144 este año —10 en agosto— frente a 160 en 2022; y, las de viviendas, 148 en 2023 —9 en agosto— y 115 un año antiguamente, con un agosto que contabilizó 15 en los dos cálculos.
Impulso autonómico
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha anunciado este mes un refuerzo en la política autonómica de vivienda con tres nuevas medidas para hacer «más sencillo y obvio», ha dicho, el acercamiento de la ciudadanía a un hogar y seguir impulsando la rehabilitación de inmuebles. Según su anuncio, la acometida se basará en nuevos «incentivos» para los promotores que se propongan construir vivienda destinada a inquilinato accesible; reformas en las ayudas al inquilinato «para hacerlas progresivas, en función de la renta»; y «una nueva disminución fiscal». El software de ayuda a promotores de inmuebles los beneficiará con 36.000 euros por vivienda —hasta 42.000 en caso de que se le dé opción de adquisición a la persona inquilina— y las deberán traspasar por un período insignificante de 15 primaveras, frente a los 20 que se exigían anteriormente.