La ley gallega de inteligencia artificial exigirá evaluación de riesgos y consulta pública previas


Galicia todavía quiere ser pionera y narración en uno de los ámbitos más emergentes: el de la inteligencia fabricado (IA). El Consello de la Xunta aprobó en su reunión de este jueves iniciar la tramitación del esbozo de mejora e impulso de la inteligencia fabricado, por lo que Galicia se convierte en la primera región europea que decide regular la IA por ley. Se proxenetismo, explicó el presidente gallego, Alfonso Rueda, frente a los medios, de coordinarse con la norma universal —lo cual remite al reglamento europeo, que entrará en vigor en 2024—, y adaptarla a la «sinceridad gallega»; «aterrizar» una ley propia, cuyos bienes empezarán por la propia empresa autonómica, en una osadía que calificó de «muy necesaria».

La idea de la Xunta es establecer unos principios éticos que guíen el diseño, la adquisición, la implementación y el uso de la IA por parte de la Despacho, bajo criterios de diligencia, auditabilidad, explicabilidad, transparencia, imparcialidad, partida de sesgos, seguridad y privacidad. Entre los principios éticos rectores, se contemplan todavía los de reserva de la humanidad y de revisión humana, principio de fiabilidad y de responsabilidad y el de evaluación de impacto en las personas, la sociedad y hasta el medioambiente.

Desde la Xunta se considera que, a pesar de que se estima que no tardarán en convocarse las elecciones autonómicas —por más que el presidente insista en ceñirse al «primer semestre de 2024» como amplísimo situación temporal—, el coetáneo es el «momento más oportuno» para que eche a hallarse la ley por los «informes» que la «avalan». Eminentemente, la puesta en marcha de la agencia española de supervisión de la IA, ubicada en La Coruña.

Galicia peleó y logró —¿aviso de Pedro Sánchez a la alcaldesa socialista, Inés Rey?— hacerse con la sede, por la que todavía pugnaban, entre otras, Explosivo. Lo hizo con un consenso mayoritario —aparte el díscolo Gonzalo Pérez Jácome, desde Orense— y el apoyo de las universidades. Su implantación «parece muy próxima», recordó Rueda, cubo el compromiso del Gobierno de que se active en 2024. En La Coruña, por otra parte, se está gestando un ecosistema muy conveniente, con altas expectativas puestas todavía en la Cidade das TIC.

Objetivos de la norma

En esencia, avanzó Rueda, rastreo la Xunta «certificar» que los sistemas de IA sean «fiables y respetuosos con los derechos fundamentales de las personas» —peculiar hincapié en los de decisión, igualdad y reacción frente al diseño, adquisición, implementación y uso de los correspondientes sistemas—. A tal fin, se comenzará creando un comité de expertos, que asesorará al gobierno gallego, pero todavía a otras administraciones, empresas y ciudadanía, para «impregnar de ‘sentidiño’ todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías» y velar por la «seguridad» de personas y empresas.

Con dos objetivos prioritarios. Uno: un uso competente, ético y seguro en la Xunta, supervisado por los citados expertos, que garantizarán que se dé a la IA un uso «adecuado» desde puntos de traza ético, judicial y de eficiencia económica. Habrá un registro de los sistemas que emplee la empresa pública gallega para que los ciudadanos dispongan de información de qué y en qué división usa la IA la Xunta en sus «procesos de toma de decisiones». Segundo: sin obviar los «riesgos» que comporta, servirse las «oportunidades» que brinda la inteligencia fabricado al tejido socioeconómico. Al hilo, con esta ley, la Xunta prevé articular ayudas económicas e incentivos fiscales para impulsar, en el ámbito privado, iniciativas que promuevan un «uso responsable» de la IA; y solucionar códigos de conducta y herramientas de autodiagnóstico.

Pero, aún en esta período embrionaria, ya hay contemplados otros puntos concretos que incorporará la ley. Según pudo enterarse torrevieja news today, los sistemas de IA que se apliquen en Galicia deberán disponer de un noticia previo sobre la evaluación de riesgos. Y, asimismo, su aplicación estará precedida de un procedimiento de consulta pública. Por otra parte, y como pudo igualmente constatar este diario, otro de los fines que persigue la futura ley es el de aumentar el división de confianza de la ciudadanía.

Ley compleja

Los avances en este campo, recordó Rueda, se producen a una gran velocidad. Pero la ley llevará su tiempo. Se concibe como una norma «compleja», que no se puede elaborar «apresuradamente». Esto lleva inevitablemente a pensar en «plazos largos» —incluida la tramitación parlamentaria—. Hay trabajo por delante: la redacción de la propuesta la coordina Amtega, la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia, que promoverá una comisión de redacción de la que formarán parte la Información Xurídica Xeral; la Secretaría Xeral da Presidencia; y la Consellería de Facenda e Despacho Pública.

Habrá todavía grupos de trabajo, en los que se involucrarán los gabinetes de Patrimonio y Educación de la Xunta. Y se tendrán en cuenta las aportaciones de profesionales, con papel destacado para la Comisión de Expertos para o Asesoramento no Desenvolvemento e Uso Ético da IA de Galicia. Aunque Rueda no dio fechas, Facenda aplazamiento remitir el texto al Parlamento en el primer período de sesiones del 24. La primera piedra ya está colocada.

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