¿Qué fue el corralito en Argentina?



El 1 de diciembre de 2001, el Gobierno argentino, presidido por Fernando de la Rúa y con Domingo Cavallo como ministro de Capital, publica el decreto 1570/2001, que restringe el plata circulante en Argentina. Se alcahuetería de una medida inédita en el mundo por la que se determina que no se podrán sacar más de 250 pesos o dólares en efectivo, por semana, del total de las cuentas bancarias de las que una persona fuera titular, y a la vez se prohíben las transferencias al extranjero, omitido autorización del Cárcel Central de la República Argentina.

Encima, el decreto contemplaba que las retiradas de efectivo se debían realizar en pesos o dólares indistintamente y los bancos no podían cobrar comisión por el cambio de moneda. No había restricciones a los movimientos de fondos entre cuentas bancarias.

El objetivo de todo ello era congelar los depósitos bancarios para que los bancos no se quedaran sin fondos.

Los referencias

Argentina había emprendido en 1991 el Plan de Convertibilidad, consistente en perdurar un tipo de cambio fijo del peso con respecto al dólar, equiparando un peso con un dólar, cuya intención era zanjar con la hiperinflación que padecían; en un principio sus resultados fueron buenos y el país estabilizó sus precios y aumentó sus reservas.

En 1994, Argentina se ve contagiada por la Crisis del Tequila en México (crisis financiera de origen recinto causada por la yerro de reservas internacionales y la devaluación de la moneda recinto), crece el nerviosismo entre la población y los préstamos extranjeros dejan de demorar por el peligro que suponen, con lo que el Cárcel Central se ve obligado a intervenir para financiar a los bancos.

En 1995 se produce la crisis bancaria, crece el adeudo presupuestario y bajan los ingresos tributarios, los bancos tienen problemas de solvencia y solvencia, y el Cárcel Central debe retornar a intervenir para conceder préstamos. El temor creció entre la población y comenzaron a retirar depósitos bancarios por miedo, con el problema adicional de que en la retirada de pesos los préstamos del Cárcel Central servían; pero si querían retirar dólares, el Cárcel Central tenía que apelar a sus reservas, con lo que estas cayeron.

Muchos argentinos intercambiaron pesos por dólares y los sacaron del país en dirección a países más “seguros”. Argentina va acumulando abriles de déficits y aumenta su deuda pública, sobre todo deuda externa; el dólar comienza a revalorizarse, arrastrando al peso argentino, con lo que confluyen la crisis de deuda, la crisis bancaria y el tipo de cambio, y Argentina entra en recesión.

En agosto de 2001, el Fondo Monetario Internacional hace un zaguero préstamo a Argentina para aumentar las reservas del Cárcel Central, pero la medida no dura mucho y el Gobierno argentino impone controles de hacienda para tratar de detener el flujo crematístico, tanto en pesos como en dólares.

Se desata el caos

El llamado “corralito” congeló la mayoría de los depósitos bancarios y originó una gran incertidumbre económica, la inestabilidad social y la pérdida de los ahorros de muchos argentinos, que no podían sacar su plata del tira porque si no éste se quedaba sin reservas. En el proceso, el estallido social que se produce desemboca en la comunicación del Estado de sitio el 19 de diciembre de 2001 y la renuncia de Fernando de la Rúa a la Presidencia, tras la que se producen dos semanas de caos social e inestabilidad política, en la que varios funcionarios estuvieron de forma interina a cargo del Poder Ejecutor.

El 1 de enero de 2002, el nuevo presidente, Eduardo Duhalde, adopta tres medidas al demorar al cargo: todos los depósitos bancarios pasan a denominarse en pesos, se revoca el sistema de convertibilidad por el que un peso equivalía a un dólar, y se devalúa el peso argentino. Este proceso se conoce como el nombre de “corralón”, y en la “pesificación” el nuevo tipo de cambio establece una equivalencia de 1,4 pesos por cada dólar.

Aumentan los impuestos y se recorta el compra manifiesto, la crematística pasa de la recesión al colapso y aumenta drásticamente la pobreza. En esos momentos no estaba extendido el cuota con tarjetas de crédito o débito, muchos comercios ni las aceptaban, y la seto de la retirada de efectivo frena en seco la dependencia de pagos e impacta duramente en la crematística informal que dependía del plata en efectivo, con lo que se produce el suspensión de negocios y el aumento del paro. Más de la fracción de la población argentina cae por debajo del paso de la pobreza.

El decreto del “corralito” tenía un periodo de vigencia de 90 días, pero las restricciones duraron un año, no se levantaron hasta el 2 de diciembre de 2002.

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