Hace unos meses que el Concello de Ourense, por boca de su corregidor, avanzó que habría un ayer y un luego de su estancia en el cargo en materia de movilidad urbana, sobre todo en cuanto a transporte conocido. Y no se equivocó: de las arcas municipales salieron generosas cantidades de parné para comprar nuevos autobuses que siguen aparcados en los exteriores de una nave sin entrar en funcionamiento.
Asimismo se compraron minubuses, los llamados “busitos”, que siete meses luego siguen sin entrar en servicio. Bueno, en efectividad, sí ha circulado uno para hacerse la foto el corregidor pero carencia más estrenarse ha tenido que ser retirado porque los neumáticos no están homologados. De la misma forma, el regidor anunció que el servicio de urbanos contaría con unidades eléctricas pero resulta que no hay donde cargarlos.
Todo, sin duda, fruto de una conjunción astral que le lleva a él a ponerse a menos de este tipo de chapuzas. Porque mira que hace las cosas proporcionadamente Jácome I El Infalible.