Una sentencia condena a un joven a dos años por agresión sexual y le absuelve de violación tras compartir cama con dos amigas


La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a dos abriles de prisión por un delito de ataque sexual a un nuevo al que en la misma sentencia se le absuelve de un delito de violación tras acaecer pasado la oscuridad en la misma cama con dos mujeres luego de acaecer pasado varias horas consumiendo bebida y porros. El árbitro considera que realizó un ilícito con una de ellas al masturbarse sobre su pierna luego de que ella rechazara proseguir relaciones sexual, pero concluye que las que sí mantuvo con la otra persona presenta sí fueron consentidas y que sólo cuando la primera de las jóvenes dijo en detención el nombre del novio de la segunda la amiga pidió al macho que no continuara poco que, según el automóvil, el denunciado aceptó.

En los hechos probados por el árbitro se detalla que B. se puso de acuerdo con A. y S. para hacer una fiesta consistente en entretenerse y soplar en el domicilio del primero de ellos. Tras originarse con juegos de mesa cuya ‘retribución’ para el que perdía era ingerir cerveza, ginebra y ron, bailaron y se hicieron fotos. Pocas horas más tarde y tras fumar maría, A. se sintió mal y se desmayó en el baño, por lo que fue trasladada por los otros dos amigos a la cama del dormitorio de B.

Ya «recuperada» la afectada y con los tres en la habitación, «continuaron bebiendo y jugando» hasta que decidieron tenderse en la misma cama. Según el veredicto, el bebida consumido «fue importante» pero «sin estar acreditado que anulara sus facultades intelectivas y /o volitivas».

Una vez acostados y en una hora no determinada, B., «con humor lascivo comenzó a tocar el cuerpo de S.», al tiempo que «se masturbaba» en su pierna «llegando a ponerse encima de ella». La nuevo «no consintió los tocamientos y B. depuso su recital».

Calibrado en ese momento A. «se despertó» y «se colocó en la cama en medio entre su amiga S. y B.», que «se acercó a ella y la penetró vaginalmente sin que conste la errata de consentimiento de A., cesando el acto cuando S., que notó movimientos extraños de su amiga y en las sábanas, le dijera poco sobre el novio de A. pronunciando en detención su nombre, F. », a la vez amigo de B.. En ese momento, según concluye la Audiencia Provincial, A. «ordenó detener a B. y este paró». Posteriormente, continuaron durmiendo «los tres juntos» hasta que, una vez levantados, las dos amigas se fueron a sus respectivas casas luego de que, por indicación de B., tiraran los restos de la fiesta a la basura.

Ese mismo día y a última hora de la tarde, ambas acudieron al Hospital Clínico Universitario de Salamanca iniciándose el protocolo de posible injusticia sexual.

En la sentencia, se destacan las «múltiples y contradictorias versiones» de A. durante todo el proceso y señala, asimismo, que ella denuncia «a instancias de su novio» luego de pedirle al denunciado que «no contara mínimo a nadie» de lo sucedido.

En el veredicto, que considera probada la ataque sexual a S. con la atenuante por semejanza de turbación, se incluye asimismo que ambas jóvenes faltaron «de forma grosera a la verdad» al estabilizar que los médicos no hicieron mínimo cuando indicaron, «solo tras susurrar entre ellas y una vez iniciado el protocolo de sospecha de injusticia», que habían sido «drogadas» para ser agredidas sexualmente, poco asimismo descartado en el veredicto.

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