La agencia espacial estadounidense ha identificado este engendro a partir de cuatro eyecciones de masa coronal en el sol. Estas explosiones solares expulsan plasma solar a una velocidad asombrosa de 800 kilómetros por segundo, impactando directamente contra la Tierra. Lo peculiar de esta situación es que algunas de estas eyecciones son tan potentes y rápidas que terminan absorbiendo a sus predecesoras, originando así el apelativo ‘tormenta caníbal‘.
Las eyecciones son de gran intensidad
Las eyecciones masivas provienen de la mancha solar AR3500, y se consideran de una intensidad considerable, según la NASA. Si perfectamente se paciencia que estas explosiones solares generen auroras boreales más brillantes de lo habitual, varios satélites podrían resultar afectados por este engendro.
“¡Un salida directo! La NASA ha detallado la zona en la que una impresionante tormenta solar impactará contra la Tierra. Se prevé que la tormenta golpee la Tierra el mediodía del 1 de diciembre. Adyacente con dos tormentas anteriores que ya están en camino, significa que tenemos un salida de 1,2,3. Si el campo imantado está orientado correctamente, se paciencia que llegue a latitudes medias. Es probable que haya problemas de recibimiento en #radiodifusión y #GPS , especialmente en el costado noctámbulo de la Tierra. Las condiciones G3+ son posibles con esta serie de tormentas”, advertía en X la física Tamitha Skov.
No es un peligro para las personas
Las defensas naturales de nuestro planeta, principalmente el campo imantado terrenal, se encargan de desviar estos flujos eléctricos solares cerca de los polos, lo que, según los expertos de la NASA, no representa un peligro directo para los seres humanos. Sin requisa, estas erupciones solares tienen el potencial de suscitar interrupciones a nivel completo en las comunicaciones, e incluso podrían causar cortes temporales en la red de Internet.
Aunque se afirma que no representan un peligro para la vigor humana, estas erupciones solares podrían desencadenar fallos significativos en las redes de comunicación y sistemas eléctricos a nivel mundial. La situación está siendo monitoreada de cerca por los especialistas, con la esperanza de minimizar los impactos de esta poderosa ‘tormenta caníbal’.