Rosana Perán, presidenta de la Convenio de Industrias del Calzado de España (FICE) y vicepresidenta del Categoría Pikolinos, se ha convertido en la primera mujer al frente de la Confederación Europea del Calzado, relevando en su cargo al portugués Luis Onofre, a quien ha agradecido su trabajo en los últimos primaveras.
Lo ha hecho frente a un Centro de Congresos Ciutat d’Elx abarrotado que ha contado con la socorro, por otra parte de familiares y amigos del sector del calzado, del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, de la consellera de Industria, Nuria Montes, del corregidor de Elche, Pablo Ruz, del de Elda, Rubén Alfaro y de representantes públicos y empresariales. Incluso han asistido al acto tanto la directiva de CEC como de FICE.
En su discurso, Perán ha señalado que se plantea como principal contienda impulsar la ‘Industria 5.0’, una «nueva revolución industrial» basada en la transformación empresarial a partir de un punto de pinta humanista.
Tal y como ha recordado la nueva presidenta, «la CEC es un organismo europeo, que, desde su comienzo ha trabajado para posicionar el calzado que se produce en los países de la Unión Europea, poner en valencia la calidad que le distingue y defender los intereses de la industria antaño las iniciativas legislativas europeas». Añadiendo que durante los últimos 10 primaveras, la CEC ha liderado 25 proyectos europeos y desde hoy me enfrento al apasionante desafío de mudar la industria del sector. Un sector que se enfrenta a muchos desafíos, pero incluso oportunidades, y sus miembros jugamos un papel importante para afrontar nuevos retos y suministrar el intercambio de información y mejores prácticas entre los miembros de la industria para robustecer la competitividad y eficiencia».
Para la empresaria, el futuro del sector del calzado pasa por la industria 5.0; una nueva revolución industrial, ya que «como dijo Michael Portes ‘El haber humano es el principal activo de las empresas y la inversión en el expansión de las habilidades y el conocimiento de los empleados es esencial para la competitividad». Según Perán, «la Revolución Industrial 5.0 nos lleva a la traída humanista: KAIZEN, IKIGAI Y HENKO. En el interior de estas 3 palabras está la gran transformación empresarial».
«Mis más de 20 primaveras de experiencia sindical me han enseñado que como sucede en el deporte en particular y en la vida en universal, la porte, el esfuerzo y la constancia son la esencia del éxito. Incluso, y esta es esencial para mí, que el activo más importante que tiene una empresa son las personas. Os estoy hablando del primer pilar. El HENKO. Escuchar y enterarse las deyección que tienen e incluso las ideas de mejoramiento en los procesos es esencia para el éxito de un patrón o para una empresa. Yo lo he podido comprobar en el esquema Pikokaizen».
La presidenta de la CEC ha explicado que en Pikokaizen han implantado una metodología de trabajo, el KAIZEN, que «se utiliza para la automovilismo en un sector muy formado, tradicional y manufacturero como es el calzado, donde su eje principal, el centro de todo, son las personas. El puesto de trabajo, la audición activa del personal para mejorar los procesos hacen sin duda que podamos mejorar como empresa hasta el infinito, y si señores, la mejoramiento continua es infinita».
Ha dicho que »la fusión de estos dos pilares hace que nazca el tercero: IKIGAI. LA cambio de las personas más la mejoramiento continua dan como resultado la transformación empresarial. Y esta transformación empresarial se divide en tres ramas: la humana, la tecnológica y la sostenible».
Perán ha sido convincente al afianzar que según su experiencia «la tecnología no sustituye a las personas sino todo lo contrario, hace que los profesionales adentro de una empresa puedan crecer de forma diferente. Es un medio que nos ayuda a aumentar la productividad y capacidad. Solo la digitalización o las tecnologías no nos garantizarán el éxito, es la interacción personas-maquinas (estas últimas al servicio de las personas) lo que nos garantizará el crecimiento de nuestras empresas y desarrollará las carreras profesionales de nuestro talento».
Por otra parte, ha indicado que la tercera rama con la que tenemos que trabajar es la sostenibilidad social en la industria del calzado, basada en la consideración de aspectos éticos y sociales a lo grande de toda la condena de producción y consumo de calzado. «Esto implica no solo la preocupación por el impacto ambiental, sino incluso por las condiciones laborales, la equidad y el bienestar de las comunidades involucradas en la producción», ha dicho.
Rosana Parán ha tenido palabras de agradecimiento para su grupo, en particular para su hija, para los trabajadores y trabajadoras de su empresa y para sus más estrechos colaboradores.
«Como nueva presidenta de la CEC, me comprometo a la sostenibilidad de las empresas del calzado, a la tríada de Progreso Continua, Propósito y Transformación y a avanzar en una industria, la del calzado, de la que nos sintamos muy orgullosos y orgullosas. Porque nos vamos a poner en vuestros pies», ha concluido.