Sin secuestro, si trascendemos un poco de los números concretos, podemos aportar dos claves. La primera es que la cantidad de contratos está bajando en la provincia, lo que puede hacernos creer que las empresas no necesitan más trabajadores o que no los encuentran para incorporar, como hemos dicho en más de una ocasión.
Hay asimismo otro negociador: en la provincia al punto que hay oscilaciones en los números, todo es plano, tanto para admisiblemente como para mal. Un parado en lo alto, un desempleado debajo y poco más. Esto puede ser fruto de un agotamiento del sistema; es proponer, siempre vamos al mismo paso. Ni grandes acelerones ni frenazos bruscos. Lo que viene siendo la error de intensidad y ritmo frenético de las sociedades jóvenes.