«El centroderecha tiene que trabajar por un bien superior» ante «un Gobierno sin líneas rojas»


Con un pie en sus responsabilidades como mandatario autonómico pero, a la vez, muy consciente de que para «defender» Aragón hay que «defender a España». El presidente del Gobbierno de Aragón, Jorge Azcón, ha participado esta mañana en el Foro torrevieja news today. Dando muestras una vez más de su disposición de tener un discurso con amibición doméstico, más allá de sus fronteras. Poco que considera fundamental e imprescindible en el momento presente: «Aragón es especialmente consciente en nuestro papel a la hora de construir España. En Aragon estamos dispuestos a defender a España». Y con una advertencia muy clara al Gobierno: «No voy a permitir que lo que afecta a los aragoneses se decida en Cataluña».

Azcón empezó su discurso lamentando que la semana que se conmemorarán los 45 abriles de la Constitución Española vaya a ser incluso la semana en que se inicie la tramitación parlamentaria de la ley de remisión. Poco que el mandatario aragonés ha definido como «la peor aviso de la historia de nuestra democracia». Se refería Azcón a que el shock de Estado de 1981, el terrorismo de ETA y el órdago independentista de 2017 han sido graves amenazas, pero que lo fueron «en naturaleza de tentativa». Mientras que el brinco cualitativo del momento presente tiene que ver con que, al contrario que en todos esos casos, el Gobierno no trabaja para que «cada uno de los que querían rematar con la Constitución acabarán en la calabozo».

El presidente de Aragón ha criticado la imposibilidad de alcanzar consensos entre los grandes partidos por la atrevimiento del PSOE de «establecer un pared por puro interés partidista». Azcón ha alertado contra la táctica del Gobierno de consolidar un «estado de opinión pública permanentemente escandalizado» que al final lo que consigue es dar carta de naturaleza a los distintos episodios: «No se puede encauzar lo que es absolutamente anormal», ha dicho tras recapacitar el relato de la semana pasada con la sucesión de escándalos que asediaron al Gobierno. Ha mencionado el caso de las balizas ilegales desvelado por este publicación que «ponen en peligro lucha contra el narcotráfico». Y recordando las crisis diplomáticas, el varapalo del Tribunal Supremo a Inconsolable Valerio y el del CGPJ al Fiscal Universal del Estado. «Cualquiera de estas parte han eclipsado otras extraordinariamente graves. Hay que reaccionar», ha dicho.

Una reacción que debe ser «pacífica y convincente» y que «solo puede ser encabezada por el PP». En este sentido ha defendido la táctica de Alberto Núñez Feijóo de activo ido a una investidura fallida porque supuso enemistar la «ética política frente a la corrupción política». Y ha celebrado la renovación del Comité de Dirección y los nuevos grupos parlamentarios para hacer un inflexible marcaje a «un Gobierno sin fronteras ni líneas rojas». Y que esa nueva dirección debe constituirse como un «Gobierno en la sombra».

En la semana del aniversario de la Constitución, Azcón ha defendido la carestia de «renovar el compromiso con la regeneración democrática». Aunque ha dejado claro que en el presente clima de «convulsión» no es partidario chocar una reforma de la Carta Magna. Pero sí de chocar reformas profundas en algunas leyes del coalición constitucional. Se ha quejado amargamente de que los acuerdos suscritos por los partidos para formar Gobierno no se tengan que hacer públicos: «Es inconcebible que no sepamos los acuerdos a los que ha llegado con Bildu», ha dicho en este sentido.

Al término de su discurso ha apelado a la cohesión del centroderecha, que «tiene que asimilar que trabaja por un acertadamente superior». Una apelación a una relación más sana con Vox y que esté exenta de ruido: «Que nadie en el centroderecha se despiste», ha insistido. Por otra parte de «pedirle a la socialdemocracia constitucional que despierte», convencido de que hay cientos de miles o millones de votantes de la socialdemocracia «que creen en la Constitución». Y se ha mostrado seguro de que hay un «hueco innegable» pero que «necesita un líder que saliente esa bandera».

Sobre estas dos últimas cuestiones de ha vuelto con más intensidad en el coloquio posterior, moderado por Juan Fernández-Miranda, adjunto al Director de torrevieja news today. Respecto a Vox, en primer término ha dejado clara su voluntad de no confrontar: «Es mi socio de Gobierno». Pero sí les ha preparado de que si no hablan del «acertadamente comúnn habrá más españoles que recelen de Vox». Y ha insistido en su mensaje: «no nos despistemos, el centroderecha tiene que pensar en un acertadamente popular».

En este sentido ha defendido que los cinco gobiernos autonómicos donde existe un pacto «tienen que demostrar que se gestiona mejor» y que deben servir para «romper el discurso interesado de la izquierda de que se pierden derechos». En este punto ha defendido «sin ningún índole de dudas» que Vox no debería presentarse en Galicia. Y ha hablado al respecto poniendo el ejemplo de Teruel en las pasadas elecciones generales. En suma, debe existir una colaboración y cooperación electoral mucho anciano de la que ha habido hasta ahora: «Tiene que activo liberalidad. Los votantes del centro derecha tomarán nota si hay decisiones partidistas», ha preparado.

Sobre esa nueva representación de un liderazgo en la socialdemocracia se ha mostrado mucho más pesimista. Ha dicho que no ve «ninguna» posibilidad de que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, pueda liderar ese espacio. Y le ha afeado sus constantes declaraciones distanciándose de Pedro Sánchez que no se traducen en hechos prácticos. Le ha afeado por ejemplo sus últimas palabras diciendo que antaño de activo votado la investidura de Pedro Sánchez habría dejado su certificación, de activo sido él diputado en el Congreso. «Si hubiera renunciado al escaño que renuncie al carnet», le ha afeado Azcón.

Pese a mostrarse convencido de que existe ese «hueco político» en el espacio de la socialdemocracia, se ha mostrado pesimista respecto a su materialziación. Y en última instancia ha considerado prácticamente inasequible que pueda activo entendimiento ahora entre las distintas regiones, independientemente de si son gobernadas por el PP o el PSOE: «Ojalá pero por desgracia creo que no. Por eso digo que tiene que activo una alternativa en el socialismo constitucional, porque no la veo. Es un debate que hemos sufrido mucho con Lambán», ha recordado.

Azcón ha defendido que en su táctica de competición el PP tiene que «confrontar y proponer», pero que por supuesto debe tratarse de una competición dura. Es más, ha llegado a sostener que frente a el presente Gobierno no existe otra alternativa posible: «Es de efectivo complejidad que no existiera una competición convincente, probablemente invalidaría a la dirección del PP». Poco que ha vinculado a la figura del mediador internacional: «No podemos perder la capacidad de asombro. Solo que hayamos aceptado el relato del discurso independentista… es para escandalizarnos». Por consiguiente, ha defendido que «hay motivos para la confrotnación, pero explicando sin crispar».

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