Los mercados se visten de Navidad. Puestos de carne, pescado, marisco… Es lo pintoresco en las mesas navideñas y de fin de año. Muchos acuden estos días para destacarse las compras. “No puedes esperar a última hora, porque entonces lo pagas todo a millón” o “prefiero destacarse las compras porque poco te puedes racionar” son algunos de los comentarios de muchos consumidores durante estas fechas.
De hecho, la cesta de la negocio ha acumulado una subida del 30,8% en los dos últimos abriles, según datos de la OCU (Estructura de Consumidores y Usuarios) recogidos en su ‘Estudio de supermercados 2023‘. Solo desde la susodicho tiraje, los productos que componen la cesta han incrementado su precio en un 14,1% de media, aunque esta emblema supone una tasa poco pequeño al 15,4% del año susodicho. Son los dos abriles con un decano índice de incremento en los 35 abriles del estudio, según explican desde la asociación. “Muchos hogares se han conocido obligados a comprar más productos elaborados y menos productos frescos, de modo que la calidad nutricional de nuestra dieta se ha pequeño”.
Pero ahora con la Navidad, muchos de esos productos vuelven a incrementar sus precios. Los tenderos nos lo explican: “Está subiendo conveniente, sobre todo el malo y el cordero“, “en Navidad se prevé que suban un diez por ciento el precio”, aseguran muchos tenderos de diferentes mercados de España.
Consejo para racionar
Pues aquí va un consejo para racionar. Comprar ahora la carne y congelar. Pero hay que seguir unas pautas. Congelar la carne, pero fresca, recién comprada en el mercado, no se puede esperar unos días; y, por otra parte, si se puede, que sea al hueco. “El hueco es el mejor invento para congelar”, comentan los carniceros.
El marisco todavía se puede congelar, pero no todo vale. Centollos, bogavantes y nécoras hay que congelarlos a posteriori de haberlos cocido. “El centollo varonil es mejor para congelar que el centollo hembra”, aseguran en Galicia. La nécora se congela con un precocinado ayer; y el bogavante, envolverlo con plástico y congelarlo vivo. “En el congelador va muriendo y tiene la congelación perfecta”. Almejas y berberechos todavía se pueden congelar, pero hay que fijarse acertadamente que todos estén vivos.
Son consejos para evitar disgustos y que la Navidad pese un poco menos al saquillo.