Dragisa Gudelj seguirá “un plan específico de entrenamiento” tras su nuevo desvanecimiento


Dragisa Gudelj volvió a dar un susto este domingo tras desvanecerse durante unos segundos en el partido que enfrentaba a su equipo, el Córdoba CF, frente a el Melilla en el estadio Álvarez Claro. El hermano del ludópata del Sevilla llevará ahora a lado un “plan específico de entrenamiento” para seguir jugando al fútbol.

“Plan específico de entrenamiento”

“Desde el Córdoba CF comunicamos que el ludópata Dragi Gudelj llevará a lado un plan específico de entrenamiento. Los servicios médicos han podido confirmar que el ludópata sufrió ayer un desvanecimiento en el enfrentamiento disputado en Melilla. Se encuentra admisiblemente físicamente.

Una vez más, queremos reconocer la colaboración y el respeto de todos, así como las infinitas muestras de cariño con destino a nuestro ludópata. En nombre de Dragisa Gudelj, muchas gracias de corazón”, dice el nuevo comunicado del club cordobés.

Esta vez no perdió el conocimiento

El futbolista de 26 abriles cayó al suelo este domingo pero se levantó de inmediato por su propio pie mientras ya había compañeros que habían acudido en su ayuda, los servicios médicos entraron tan pronto como unos segundos luego al intuir lo que estaba sucediendo.

El club informó de que no había perdido el conocimiento en ningún momento y fue consciente de todo, encima abandonó el estadio por su propio pie: “Dragi Gudelj se encuentra admisiblemente. Ha sido trasladado al hospital de Melilla para que le realicen pruebas médicas tras desasistir el Álvarez Claro”, aseguró el Córdoba poco luego de lo acontecido.

Juega con un desfibrilador forzoso tras su parada cardiaca hace 9 meses

No obstante, pese a que este acontecimiento fue mucho menos bajo del que sufrió hace 9 meses en Córdoba, donde en esa ocasión sufrió una parada cardiorrespiratoria o ‘homicidio súbita’ y tuvieron que reanimarle hasta dos veces con el desfibrilador, el ludópata podría estar poniendo en aventura su vida si sigue jugando al fútbol. Sin requisa, el serbio juega con desfibrilador forzoso (DAI) y parece que los médicos no le han desaconsejando seguir practicando un deporte al más suspensión nivel competitivo.

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