Alburquerque exige el mismo trato que Cataluña y pide que le perdonen la deuda de casi 12 millones de euros



Alburquerque está al meta. Este pequeño pueblo de Badajoz pide ayuda directamente al Gobierno para poder higienizar sus cuentas. “Lo estamos pasando triste, estamos, prácticamente, en menoscabo técnica, los fondos no llegan ni para el desembolso corriente”, nos cuenta su corregidor, Manuel Gutiérrez. El concejo tiene una gran deuda contraída de más de 11,6 millones de euros y, ahora, sobreviven a saco de préstamos que han ido solicitando a distintos bancos.

El problema es que todo ese parné igualmente hay que devolverlo. “Es momento de solicitar al Gobierno que nuestra deuda se pueda condonar y emprender de cero, ahora mismo, estamos con la soga al cuello” añade Gutiérrez.

“Estamos muy mal y tenemos los mismos derechos que cualquier división“, insiste el corregidor. Por eso, su partido, IPAL (Independiente Por Alburquerque) puso sobre la mesa una moción que ha sido apoyada por la examen (PP y PSOE) y que sale delante por unanimidad, en la que solicita al Gobierno que les condone la deuda.

Esta semana elaborarán el escrito final y lo enviarán al Servicio de Hacienda. Según explica el propio concejo, “si a Cataluña le perdonan 15.000 millones, lo nuestro es ‘pecata minuta’, porque lo que estamos pidiendo es que se nos perdonen 12 millones y poder emprender de cero”.

2.320 euros por morador

“Lo de Cataluña ha sido un problema político pero lo de Alburquerque es un tema social”, afirma Gutiérrez. Lo cierto es que Alburquerque es uno de los municipios más endeudados de España. Al punto que llega a los 5.000 habitantes y, con una deuda de 11,6 millones de euros, significa que a cada vecino le tocaría acreditar unos 2320 euros.

A eso hay que añadir que el desajuste en las cuentas públicas está mermando la calidad de vida en el pueblo. El concejo insiste en que su único objetivo es que los vecinos dejen de soportar “la miseria que están viviendo”. La deuda arrastrada ha provocado la anulación de todos los proyectos de obras públicas que se iban a poner en marcha y la reducción de los servicios del municipio y ya avisa el corregidor: “aquí no van a encontrar ausencia de eso en mucho tiempo, lamentablemente”.

¿De dónde viene la deuda?

A muchos les resultará extraño que un pueblo tan pequeño tenga una deuda de casi doce millones. Pero lo cierto es que Alburquerque ha ocupado muchos titulares en los últimos dos primaveras. La deuda llegó a ser tan inabarcable que, durante más de un año, los trabajadores públicos no cobraron ni un euro.

“Aquí, durante 13 meses, no ha cobrado nadie. No solo los trabajadores, proveedores, suministradores, Seguridad Social, Hacienda…” nos explica Gutiérrez. Todo se debe, dice, a una mala trámite de las cuentas públicas en los últimos 25 primaveras. Ahora mismo, el concejo nos confirma, que casi todos esos pagos ya están al día.

Pero, claro, todas esas deudas se han convertido en préstamos que Alburquerque no tiene capacidad para acreditar y, por eso, piden esa ayuda al Gobierno. “La esperanza es lo extremo que se pierde”, dice su corregidor, aunque reconoce que no tienen mucha confianza en que su petición de condonar la deuda salga delante.

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