Yelmo Cines, que cuenta con dos salas en Vizcaya, tendrá que enriquecer una mula de 30.001 euros por impedir a los clientes lograr con comida comprada fuera a ver las películas. El Instituto vasco de Consumo-Kontsumobide, le ha impuesto esa penalidad por considerar que se trataba de una cláusula «abusiva».
El conflicto, denunciado por la ordenamiento Facua, comenzó a principios de año a raíz de la denuncia de ocho particulares. En ellas relataban que les habían impedido el camino a las dos salas de cine sancionadas con comida y bebida que había adquirido fuera de sus instalaciones. De hecho, en los dos cines pueden leerse carteles donde informan de que «no permite el camino» con «alimentos y/o bebidas adquiridas fuera de Yelmo» y advierte de que en caso contrario se reserva «el derecho de admisión». Se negociación de una advertencia idéntica a la que reciben los espectadores cuando adquieren entradas online.
Facua considera, sin confiscación, que se negociación de una cláusula no «válida». Argumentan que la «actividad principal» de las salas es la exhibición de las películas y no la restauración. En su demanda añaden que a tal impacto no puede admitirse que impidan el camino con comida y bebida del foráneo, cuando en el interior ellos venden esos productos, generalmente a precios más elevados.
La ordenamiento de consumidores niega igualmente que ese veto pueda ampararse en el derecho de admisión, como argumentó la empresa. «Resulta contrario a la fuero», explican, porque la liquidación de palomitas no es la actividad «definitoria» de su negocio y «no pueden cultivar ese derecho de admisión como si fuese un restaurante». Recuerdan, por otra parte, que las salas pueden proceder a la proyección de películas, esencia de su negocio, independientemente de que cuenten o no con servicio de restauración.
Otros conflictos
En ingenuidad no es el único conflicto que tienen extenso estos cines por una circunstancia similar en España. En la Comunidad de Madrid, FACUA-Consumidores en Entusiasmo ha llevado a Yelmo Cines a los tribunales por el mismo motivo. Recuerdan, por otra parte, que una sentencia del Tribunal Superior de Equidad de Castilla-La Mancha ya recogió que resultaba «irrazonable» esta prohibición. Consideraban que en la praxis se estaba «imponiendo» la utilización de un servicio al condicionar la posibilidad de lograr a la sala atendiendo a la procedencia de los productos.
A la dilación de resolver los litigios pendientes, Yelmo Cines tendrá que afrontar, de momento una multa de 30.000 euros en el País Vasco. Fuentes del Sección de Comercio, Consumo y Turismo del Gobierno Vasco han informado, por otra parte, que el proceso chupatintas contra la dependencia de cines sigue extenso. Le empresa puede presentar ahora un memorial frente a Kontsumobide, e incluso personarse a los tribunales una vez agotada la vía administrativa.