A desatiendo de tan solo una semana para que el colegio Brewster, de la élite saco en Chamberí, tenga que cerrar sus puertas por impartir clases sin abuso, el Auditoría de lo Contencioso Funcionario número 14 de Madrid ha admitido a trámite la petición de medidas cautelares que evitarían el precinto de las instalaciones. En caso de que las acepte, una resolución que se sabrá en los próximos días, el centro se salvaría ‘in extremis’ y los 150 alumnos matriculados podrían continuar su actividad lectiva mientras la agrupación regulariza su situación.
Según ha podido aprender este diario, el escrito del Brewster que ahora estudia la Rectitud fundamenta su petición en «la defensa de los intereses de sus alumnos». «Si se procediese se procediese al precinto temporal, se verían afectados desde un punto de instinto emocional, educativo, hogareño y social«, indican desde la escuela saco, que abrió sus puertas este septiembre en los número 3 y 5 de la calle de Eloy Gonzalo, donde antiguamente estuvieron el Instituto Homeopático de Madrid y el palacete del Marqués de los Salados. Los dos están declarados Perfectamente de Interés Cultural (BIC).
Fuentes del centro puntualizan que el precinto se «fundamentaría en cuestiones administrativas, y no en una situación de aventura para los niños, o en causas educativas, sanitarias o análogas». «En consecuencia, frente a la protección a los niños que tienen como fundamento las resoluciones de cese de la actividad docente, sucedería exactamente lo contrario: la desprotección de los menores«, argumentan.
El escrito remitido al tribunal está acompañado por declaraciones de los padres de los alumnos, que muestran su apoyo a la petición. «Brewster Madrid insiste en la falta de tomar las decisiones con cautela y con la protección de los intereses de los menores como primera consideración», subrayan desde la institución educativa.
El colegio Brewster aterrizó en septiembre en Chamberí, en régimen de arriendo de los dos palacetes BIC. Según justifican, en febrero de 2023 inició el proceso para su uso como centro educativo, pero la Agencia de Actividades del Junta de Madrid asegura que el 6 de septiembre, tan solo un día ayer de que comenzara el curso, presentaron una revelación responsable para dar clases; poco que no es suficiente, ya que carecen de abuso. Y para la abuso primero debían tener suficiente un plan distinto de Urbanística para ejecutar obras de adecuación y cambiar el uso del edificio de taza a educativo. Este paso llegó la semana pasada.
«En todo este proceso se están dirimiendo asuntos ligados a la situación administrativa de un edificio histórico. Es importante señalar que la sede del colegio no tiene el más intrascendente problema en términos de estructura, seguridad, protección contra incendios…«, continúan las mismas fuentes. El Brewster inició el curso con 57 empleados contratados y 150 familias. »En estos meses se está logrando que el edificio, que estaba desaseado y en muy mal estado, genere ya un impacto positivo en el morería«.
Encima, insisten en que el colegio está facultado por la Comunidad de Madrid, «cumpliendo todos los requisitos técnicos» y cuentan con todas las medidas necesarias para asegurar la seguridad de los estudiantes, que ahora esperan la valor de la Rectitud para aprender si el lunes podrán regresar a sus pupitres.