ERC también exige a Sánchez reuniones en Suiza y su propio mediador internacional


Durante la término negra del ‘procés’, una de las obsesiones del independentismo fue lo que llamaron la «internacionalización del conflicto» o el intento de propagar más allá de las fronteras españolas el pleito catalán. Tal pretensión se saldó con una suerte desigual, poco que ahora las urgencias políticas de Pedro Sánchez han corregido de guisa más que sobrada. Tras inaugurarse el pasado sábado en Ginebra (Suiza) el diálogo entre el PSOE y Junts -para el que se ha designado como relator al diplomático salvadoreño Francisco Galindo, versado en maquis y refugiados-, el presidente del Gobierno dio a entender ayer que el «espacio de negociación» con ERC igualmente tendrá carácter internacional, es asegurar, mediador extranjero y encuentros fuera de España, poco que fuentes de ERC confirmaron luego a torrevieja news today, añadiendo que los encuentros serán igualmente en Suiza.

En una entrevista en la Ser, Sánchez aclaró que el mediador para el diálogo con ERC no será el mismo que el de Junts. «En principio parece que no va a ser el mismo», explicó el presidente, quien aseguró que le gustaría que, de alguna guisa, las dos mesas, con ERC y con Junts, acabasen confluyendo, aunque eso ahora no sea posible. «Parece que ahora mismo eso es muy prematuro, está muy verde y, luego, vamos a tener esa interlocución con ambas formaciones políticas en distintas mesas», apuntó. El PSOE, pues, ha pasado de recusar la figura de un mediador a aceptar dos y uno y otro con perfil internacional, precisamente la pátina que ha buscado el secesionismo desde que arrancase el proceso secesionista, hace ya más de una término.

Fuentes de ERC consultadas por este diario confirmaron que, efectivamente, habrá mediador en la mesa de negociación con el PSOE, tal y como se especifica en el acuerdo entre uno y otro partidos para la investidura de Sánchez, pero como novedad, desde la formación republicana se aclaró que esta figura será extranjera y que las reuniones se producirán en Suiza. «Sería extraño que saliésemos de ahí en tanto que nuestra secretaria militar, Marta Rovira, está exiliada allí», apuntaron desde el partido de Junqueras.

Decano discreción

De lo pactado entre ERC y los socialistas ya se conocía que la mesa de diálogo entre partidos, distinta a la que mantienen los Gobiernos central y catalán, debía contar con «un mecanismo que tenga las funciones de adjuntar, corroborar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación» y que a «estos mercancía, se designará de global acuerdo a una persona de agradecido prestigio para realizar dichas labores». Es asegurar, no aclaraba que esta figura debía ser extranjera, una exigencia, de hecho, que los republicanos no pusieron sobre la mesa, al menos de forma pública, hasta que se conoció que en el acuerdo de investidura entre PSOE y Junts sí se incluía esta condición. El PSOE, de nuevo, al azar de la competencia entre los dos partidos independentistas.

Desde ERC guardan prudencia. Fuentes de la dirección señalaron a este boletín que el choque con el PSOE «será diferente» al mantenido entre los socialistas y los de Puigdemont en Suiza. En el partido de Junqueras no quieren desvelar más información al respecto, pues ponen el acento y quieren dar el mayor realce a la reunión prevista para el próximo día 21 en Barcelona entre los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès. Respecto a las reuniones fuera de España, si Junts y el PSOE llevaron la discreción, o la opacidad, más allá de lo habitual, ERC seguirá esa estría, incluso con maduro afectación, para evitar, apuntaron, «el enfado de los mediadores de Junts», de la fundación Henry Dunant.

En su entrevista en la Ser, Sánchez lanzó de entrada un mensaje al PP. «Me fuego la atención los golpes en el pecho de la derecha. En otros contextos, yo regalo a Aznar reunirse en Suiza con el entorno de ETA», apuntó a la vez que quitaba hierro al secretismo de los contenidos tratados el sábado.

«Lo importante es, primero, diferenciar lo que es el secretismo de lo que es la obligada discreción», defendió el presidente del Gobierno. «Insisto, esta es la primera reunión de otras muchas reuniones que vamos a tener y efectivamente la política necesita espacios de discreción. El compromiso está; es la Constitución como situación y la negociación como método», subrayó. Sánchez igualmente negó de forma indirecta que el referéndum de autodeterminación que plantean los partidos independentistas sea uno de los temas que se abordan, aunque esté recogido en el documento firmado con Junts. Se negocia, dijo Sánchez, «lo que está escrito, lo que está publicado, lo que conoce la opinión pública. Hemos hecho públicos todos los acuerdos; tanto con ERC como Junts, igualmente con el PNV, con aquellos partidos con los que hemos acabado la investidura».

«Al pie de la símbolo»

Frente a los intentos de Sánchez de restar trascendencia política a lo tratado con los independentistas, en Junts se muestran optimistas, una forma, igualmente, de sacar pecho frente a ERC. «Se están cumpliendo, al pie de la símbolo, los acuerdos firmados con el PSOE en Bruselas», apuntó Josep Rius, vicepresidente y portavoz de Junts, tras la primera reunión de la dirección del partido tras el choque del sábado entre los representantes del PSOE y la formación de Puigdemont con el mediador.

En verdad, se asume desde los partidos independentistas, que sólo el hecho de celebrarse estas reuniones ya es un éxito, y que estas se celebren en el extranjero y con un mediador foráneo, como si se tratase de un proceso de paz tras un conflicto armado, ya es un triunfo. Capítulo insólito es lo que se negocia en estos encuentros: la posibilidad de celebrar un referéndum de independencia en Cataluña y que la Generalitat tenga el concierto financiero, principalmente, que es lo que pide Junts, frente a las soluciones adentro del perímetro de la Constitución que plantea el PSOE.

Sea como fuere, desde Junts no se quiere desvelar detalles de la negociación de Ginebra, y se advierte de que la de este fin de semana fue la primera de una larga serie: «Las conversaciones se alargarán durante meses, con la necesaria discreción». En esta estría, el portavoz de Junts reiteró que los encuentros serán «discretos» y que, en ningún caso, desvelarán «detalles» sobre cómo avanza la negociación y dónde se reúnen.

Eso sí, Rius señaló que de momento su partido ha ido consiguiendo todos los objetivos o exigencias que le han ido planteando al PSOE. «Se ha progresista más en el final mes que en los últimos abriles», apuntó en un mensaje directo a ERC. El PSOE, testimonio, y cómplice, de la subasta independentista.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *