Con 94 años y empujando a su mujer en silla de ruedas por la calle, la penitencia de Ramón por falta de ambulancias



“No me parece correcto que den el suscripción a una mujer con Alzheimer en el hospital de Campdevànol y no haya transporte en ambulancia para recorrer los 250 metros que hay hasta la residencia”. Así denunciaba Gerard, nieto de Ramón y Maria, la situación a la que se han manido abocados sus abuelos.

Son solo 250 metros de itinerario entre el hospital y la residencia donde vive María, pero requiere un gran esfuerzo para Ramón, un hombre de 94 primaveras, que tiene que empujar la apero de su mujer con la irresoluto en contra y a dos grados de temperatura.

“Los protocolos no funcionan correctamente”

“Nos dicen que hay una sola ambulancia en toda la provincia”, explica Gerad, y que por consiguiente “la retraso puede datar a ser de cuatro a seis horas“. La última vez tuvo que venir una ambulancia desde Figueres “para un trayecto que son solo 5 minutos”.

Pero este sábado, cuando le dieron el suscripción a Maria del hospital, no había ni ambulancias ni vehículos adaptados disponibles para trasladarla de nuevo a la residencia. Fue entonces cuando Ramón tuvo que tolerar él mismo a su mujer. Frente a la situación, Anna, su hija, tomó la foto y decidieron denunciar la situación en redes.

La tribu asegura que cuando el traslado es planificado de la residencia al hospital no hay problema, que este viene cuando le dan el suscripción. “La intención no es en ningún momento murmurar al personal del hospital o de la residencia, sino que los protocolos no funcionan correctamente”, publica Gerard en su cuenta de Twitter, e insiste: “Alguna cosa necesita mejorar. No es sortilegio, son nuestros impuestos, nuestros abuelos“.

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