Ese lugar al que nos lleva la educacin ‘innovadora’


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Alumnos de un instituto p
Alumnos de un instituto pblico de Galicia.ROSA GONZLEZ
A qu podemos atribuir el desplome militar de los resultados de PISA que parecen apuntar a un agonía de la civilización occidental? Parece que hay cada vez ms educacin en las aulas; sin secuestro, parece que hay cada vez menos educacin en los alumnos. La declive del nivel educativo no es una mera crisis de la educacin como tal, nos hallamos en una crisis mucho ms honda de la teora del conocimiento. Existe la ingenuidad antaño de ser conocida, o es el colegial el que la construye a su antojo?

A nadie se le escapa que, por un desencanto militar en dirección a la educacin conductista-mecanicista (mal indicación tradicional), la educacin espaola lleva una dcada abandonando, poco a poco, el apego al orden y al mando del profesor, a la jerarqua como nica fuente de conocimiento y a la memorizacin mecnica. A la par, la educacin espaola se ha entregado a las doctrinas modernas y progresistas de la educacin nueva y a la teora educativa que la fundamenta: el constructivismo que deriva de la corriente filosfica romntico-idealista. Apost por desterrar los conocimientos, por profesar su devocin a la innovacin, a la educacin emocional, a las competencias, a la tableta y a los mtodos constructivistas de estudios por descubrimiento puro. As, los alumnos pasaron de percibir textos largos a pegar hojas en un mural, a cortar y pegar de Wikipedia o a inventar ellos mismos la Historia de Espaa. Pasaron de aceptar clases en un estilo de instruccin directa a un estudios por descubrimiento puro, en el que el nio aprende a ilustrarse. No faltan los gurs que advierten del peligro de la clase imponente y, al promontorio de dos horas de predicacin al respecto, se aplaude con una ovacin su clase imponente. Pero la cuestin de fondo es: puede un aprendiz conocer lo que necesita conocer, si no sabe lo que an no ha aprendido?

Pues no se manejo de escoger entre un error u otro, o de encontrar un trmino medio entre dos posturas enfrentadas. La crisis educativa contemporáneo es una crisis metafsica. La ingenuidad ni se inculca, ni se construye; la ingenuidad se descubre. Se descubre, pues existe antaño de ser conocida por el colegial. No es casualidad que los constructivistas no sean amigos de las mediciones y de las pruebas, sera examinar la ingenuidad como vara de determinar y para ellos no lo es. Prefieren balbucir de emociones, títulos y competencias, unos conceptos ms vivenciales y subjetivos.

La ingenuidad no se inculca (eso ya lo sabemos), ni se construye (eso ya lo estamos viendo), sino que se transmite y se descubre. Esa es la postura de la filosofa realista que fundamenta la educacin clsica. Y para descubrir un hecho, y ubicarlo en el todo de la ingenuidad, necesitamos a un avezado que conoce proporcionadamente su materia y que sabe transmitirla con pasin. Ese no es, ni nunca ser el papel de Don Google o del vehculo de predileccin del constructivismo (la tableta). No es lo mismo embrujar que asombrar, ni es lo mismo la tolerancia antaño la ingenuidad que estar al remolque de estmulos frecuentes e intermitentes que distraen del estudios. La educacin es un asunto humano, no tecnolgico; requiere reflexin y concentracin profunda. Ensear y trasmitir civilización es, y siempre ser, el papel del avezado culto y entregado que indagación el encontronazo con la observación atenta de cada uno de sus alumnos. Hay motivos de esperanza: estamos en un punto de inflexin. An estamos a tiempo de aspirar a ser guardianes de lo mejor de los saberes heredados en Poniente durante siglos.

*Catherine L’ Ecuyer es doctora en Educacin y Psicologa y fundadora y directora Común de la Fundacin CLE

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