En el acto, quisieron abandonarse a la santa para solicitar que se revierta la situación que atraviesa la mina, y que su actividad vuelva a la normalidad. “Queremos que a situación se resolva favorablemente o antiguamente posible para retornar traballar”, explicaban los trabajadores.
Tras la celebración de la eucaristía y la posterior procesión, los mineros disfrutaron de un pequeño picoteo animado por un comunidad de música tradicional. La iniciativa, organizada por los trabajadores de la explotación, permitió a los asistentes contar con una recorrido distendida.
Esta mina vianesa se encuentra desde el pasado mes de octubre cerrada cautelarmente por el TSXG a causa de una denuncia del comunidad Ecoloxistas en Batalla, que alegaba graves impactos sobre el espacio protegido de Pena Trevinca, enmarcado interiormente de la Red Naturaleza 2000. Los 129 empleados que ven peligrar sus puestos de trabajo, se encuentran en la presente en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), y la actividad minera está completamente paralizada. De no revertirse esta situación, el candado podría ser definitivo -debido a las pérdidas que este está ocasionando para la empresa- y supondría un duro porrazo para toda la comarca de Viana do Tonto. Vecinos, autoridades y sindicatos apoyan a estos vecinos del oportunidad cuyo futuro es incierto.