Armengol reivindica la Constitución como salvoconducto frente a cualquier «uniformidad»


El Día de la Constitución, que cumple este miércoles 45 abriles, ha comenzado por primera vez en el Senado, donde se ha llevado a mango el tradicional izado de la bandera. Luego, ya en el Congreso, la presidenta de la Cámara Pérdida, Francina Armengol, ha recibido en el Salón de Pasos Perdidos a todas las autoridades invitadas antaño de pronunciar su discurso. Las palabras de la tercera autoridad del Estado, esperadas tras provocar críticas con su intervención en la tolerancia solemne de las Cortes —partidista a cordura de la competición—, ha reivindicado la Carta Magna como un «salvoconducto» frente a «cualquier planteamiento de regularidad».

La Constitución, ha dicho, se erige «como avalista de la riqueza de un Estado diverso y plural». Delante una reunión donde los socios nacionalistas e independentistas del Gobierno exigen avanzar en el «encaje» de las «naciones» de Cataluña, Galicia y País Vasco, Armengol ha señalado que el título octavo de la ley fundamental alumbra la cuestión territorial, convertida hoy en el epicentro de la política española, a pesar de que las fuerzas separatistas perdieron votos y escaños en las elecciones generales del pasado 23 de julio.

La aritmética parlamentaria es caprichosa, sin secuestro, y dibujó una mayoría posible que hacía a Pedro Sánchez acatar no ya solo de ERC, Bildu y PNV, sino igualmente de Junts, para ser reelegido presidente del Gobierno. Por el camino, protagonizó un libranza radical al aceptar promover una ley de gracia a los encausados por el ‘procés’, pese a que hasta el mismo cerrojo de campaña seguía diciendo que esa medida de afabilidad no tenía cabida en la Constitución que se dieron los españoles en 1978.

El 6 de diciembre de aquel año fue aprobada en referéndum con un respaldo abrumador que ponía el punto y final a la dictadura franquista. Hoy, 45 abriles luego, está a solo uno de igualar a la más longeva: la de 1876, que duró 46 abriles. Armengol ha celebrado la Constitución presente como la hoja de ruta que marca «la senda del entendimiento» entre españoles. «Ser constitucionalista no consiste en fundar la Carta Magna como si de un tótem se tratara», ha ducho, antaño de señalar como genuino tanto defender la permanencia del presente texto constitucional como su renovación.

Ella, que como presidenta del Congreso está protagonizando una lucha decidida por la igualdad, ha ensalzado este miércoles el papel de las olvidadas «veintisiete madres» de la Constitución, en indicación a esas veintisiete mujeres que marcaron el paso a todas las que llegaron luego con su presencia en las Cortes Constituyentes. Mención expresa hecha en presencia de uno de los considerados padres de la Constitución, Miquel Roca —el otro que queda vivo, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón—, cuya figura igualmente ha elogiado.

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