Investigan la muerte de una mujer ucraniana que residía en Nogueira



La Policía Legal de la Patrulla Civil de Ourense investiga la crimen posiblemente violenta de la ucraniana Albina Nestoreva, de 62 abriles. Murió en la mañana de ayer en el Complexo Hospitalario de Ourense, donde fue trasladada posteriormente de ser hallada en el camino que comunica O Toxedo y Malburguete, en la parroquia de San Miguel do Campo, perteneciente al concello de Nogueira de Ramuín.

Un conductor, que pasaba casualmente con el fin de aceptar unos tableros a una carpintería próxima al sitio, se encontró a la mujer todavía con vida. Estaba inconsciente y desnuda de cintura para en lo alto en medio de la estrecha carretera y sufriendo las bajas temperaturas que se registraban sobre las diez de la mañana. La mujer tenía la cabecera ensangrentada y, por otra parte, estaba desnuda de cintura para en lo alto, boca debajo y cubierta de algunas hojas secas de los árboles. La ropa que le faltaba estaba cerca.

La investigación mantenía anoche todas las líneas abiertas, entre ellas la de un posible caso de violencia machista. Los investigadores esperaban a la necropsia, prevista para  hoy,  para confirmar si hubo o no violencia y de qué tipo. 

Albina estaba casada con un hombre de procedencia británica con el que se asentó en la parroquia de Armariz (160 habitantes), en este mismo concello de la Ribeira Sacra. Se habían mudado a la vivienda hace dos abriles. Pasadas las siete de la tarde, un equipo de la Patrulla Civil se desplazó al inmueble en que convivían para avanzar en las pesquisas. El marido, que no estaba detenido, colaboró con los agentes. La inspección incluyó los maleteros de dos vehículos estacionados en el interior de la finca. Los agentes abandonaron la vivienda de la pareja posteriormente de hora y media.

Nestoreva apareció en un viario restringido poco transitado, inmediato a unos edificios abandonados. Según dijeron quienes la encontraron, aún respiraba, aunque con dificultad. Fuentes sanitarias explicaron que llegó al centro hospitalario con síntomas de hipotermia y no pudo ser reanimada.

Los vecinos: “Estaban na casa, saían tirar o lixo e escapaban”

La crimen violenta de Nestoreva dejó estupefactos a los vecinos tanto de San Miguel do Campo como de Armariz. En el primer núcleo de población, una vecina explicaba ayer que por el camino en el que apareció “vai xente pasear, incluso levan os cans”. Sin incautación, los habitantes prácticamente no se enteraron hasta que trascendió la nueva: “Vin a ambulancia pero non me enterei de nadie”. Ahora, el viario está afectado a fuego: “Eu xa non vou camiñar por aí nunca máis”.

En Armariz, los vecinos de Nestoreva señalaban la poca vida social y transigencia al foráneo de la pareja. “Eran moi reservados”, explicaba un residente mientras cortaba paliza. “Ultimamente deberon comprar un coche. Agora tiñan un novo”, comentaba. A su costado, una mujer relataba que “algunha vez pasei no coche, acenáballes así -haciendo un aire de saludo- e daban a volta”.

Un residente de descubierta etapa que reside a escasos metros de la vivienda de Nestoreva era claro: “Practicamente non falei nunca con eles. Estaban aí, saían tirar o lixo e escapaban seguido. Nin un ‘buenos días’, nin un ‘buenas tardes”. Los vecinos no comprenden la errata de relación: “Compraron esa casa e aí quedaron”, aunque podría ser una cuestión idiomática. “Dicía ‘no entiendo, no entiendo’, metíanse para adentro… e nadie”, apostillaba, antiguamente de relatar cómo, cuando coincidían en la bordillo, el anglosajón incluso llegaba a cruzar la calzada para esquivar a sus vecinos.

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