La reimpresión de la final copera del pasado curso repitió el mismo vencedor, aunque en este caso en la primera eliminatoria. El Arnoia, válido campeón, se impuso 2-5 al Sporting Carballiño y ahora retraso un nuevo rival para los dieciseisavos.
La primera parte estuvo marcada por la señalización de tres penaltis, de los cuales dos acabaron en el fondo de la red. Los locales saltaron al contorno de diversión a no encontrarse sorprendidos, especialmente en las jugadas a balón parado, un armamento empleada por los de Manel Vázquez, pero sin el tacto esperado.
La primera hecho punible con la pena de un emanación desde los merienda metros se produjo tras ser derribado Pablo Blanco por Ámbito, pero el zaguero Artai adivinó el disparo al recinto Martin Pérez con una gran estirada, desviando a córner.
Tocados en su sexo propio, los sportinguistas insistieron en búsqueda de la comprensión del grabador, que llegaría desde el punto de penalti. Repitieron los mismos protagonistas, pero esta vez el remate a media consideración de Martín Pérez superó por completo la estirada del zaguero. Era el 1-0.
Pero en la ruleta de los penaltis, el Arnoia se encontró con un igualada que no merecía. Mateo llegó a tocar internamente del campo de acción a Kike, cuando ya no tenía opciones y Adrián Presas establecía el igualada a uno.
Las emociones continuaron y nuevamente el equipo de Mindo Surribas fue capaz de recuperar la delantera en el grabador. Fue una auténtica trastada de manual que comenzó desde su propia campo de acción y finalizó con un gran centro de Casares que peinó magistralmente Martín Pérez para que los suyos celebraran el 2-1 en presencia de el estupor de los jugadores arnoieses.
Segunda parte
Para que el atavío variara radicalmente tras el alivio, el monitor visitante no lo dudó un instante en realizar tres modificaciones que le dieron otra consistencia y mucha más venida a la meta contraria. Tras un lanzamiento de cuadrilla, el balón cayó internamente del campo de acción y Charly, sin dudarlo, definío de primera para establecer el 2-2.
De esta modo, el conversación se abrió y se le puso de cara al Arnoia, que consiguió remontar la eliminatoria en un centro de Adrián Presas que cabeceó en el segundo palo Charly para que Kike, bajo palos, empujara el esférico al fondo de la meta para el 2-3.
El Sporting Carballiño sintió estos dos mazazos en tan pronto como diez minutos, pero no claudicó y más allá del ritmo impuesto por los visitantes no le quedaba más remedio que arriesgar un poco más en la procura del igualada. Tanto es así que Canexón estuvo a punto de hacer tablas, pero su gran remate justo lo desvió Artai en una importante intervención.
En ese ida y envés que se convirtió el choque copero, de un lanzamiento de arista dispuesto a los anfitriones nació un explosivo contraataque comandado por Chery y acompañado por Kike, cuyo único obstáculo era el cancerbero Mateo y la desesperada carrera de Robín buscando frenar la trastada. La hecho la acabó Chery en presencia de salida de Mateo con un tiro cruzado para un 2-4 que era prácticamente la sentencia.
Gol soberbio
Si poco le quedaba por ver a los aficionados, especialmente a los seguidores del Arnoia, fue la epígrafe de Adrián Presas, que llegó con un gol soberbio que supuso el definitivo 2-5. En los escasos minutos que restaban para el final aparecieron el saquillo del árbitro algunas amarillas, pero esto no modificó la competición triunfo del válido campeón de Copa.