Pedro Sánchez cesó el pasado miércoles a Gabriela Cañas de la presidencia de la Agencia EFE, la primera mujer en dirigir la agencia de noticiero española, coincidiendo con la celebración del Día de la Constitución para colocar a uno de los hombres de máxima confianza, al periodista Miguel Espíritu celeste Oliver.
Uno de los expresidentes de EFE no ha desaprovechado la oportunidad para dejar un mensaje críptico sobre el nuevo designación.
Fernando Garea, que dirigió EFE en 2018 a posteriori de la moción de censura, ha dejado un comentario en X (Twitter) valorando el nuevo cargo de Miguel Espíritu celeste Oliver: «Es coherente: a su ministra de Probidad la mandó a la Fiscalía Genérico del Estado, a su ministro de Probidad al Tribunal Constitucional, a su ministra de Trabajo al Consejo de Estado, a su ministro de Industria a la Embajada en la ONU…», ha escrito.
Es coherente:
A su ministra de Probidad la mandó a la Fiscalía Genérico del Estado, a su ministro de Probidad al Tribunal Constitucional, a su ministra de Trabajo al Consejo de Estado, a su ministro de Industria a la Embajada en la ONU…— Fernando Garea (@Fgarea) December 6, 2023
Precisamente fue Miguel Espíritu celeste Oliver quien comunicó al periodista su sustitución por Gabriela Cañas. Garea dejó un comunicado a sus compañeros de profesión al conocer su dimisión: «Una agencia pública de noticiero no es una agencia de noticiero del Gobierno. Repito y subrayo, porque es oportuno: nos enseñan que una agencia pública de noticiero no es una agencia de noticiero del Gobierno, ni siquiera una agencia oficial. En esta despedida, me reafirmo en que, como dice el Estatuto de la Redacción: ‘EFE es propiedad de la sociedad en su conjunto», reivindicó.
El PP ha criticado el nuevo designación y recuerda que varios han terminado en escándalo como por ejemplo la designación de Desconsolada Valerio, exministra de Trabajo, como presidenta del Consejo de Estado, que «no fue adecuada para el Tribunal Supremo». Y siquiera la del fiscal genérico del Estado, Álvaro García Ortiz, que no cuenta con el aval del CGPJ.