UGT ha convocado cuatro días de huelga en los supermercados de la Comunidad de Madrid (23, 24, 30 y 31 de diciembre) para «replicar al estancamiento en las negociaciones del convenio colectivo y las demandas laborales de los trabajadores de un sector crucial para la bienes madrileña».
«La convocatoria de estas jornadas avala a los intentos fallidos durante meses por parte del sector de Comercio de UGT para desbloquear la negociación del convenio colectivo del Comercio de Comida en la región», ha explicado el sindicato en un comunicado.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de UGT Madrid, José Casero, ha explicado que este convenio se empezó a negociar en septiembre de 2022 con el objetivo de «subir los salarios a los auxiliares de los reponedores, los ayudantes de los dependientes y el servicio de honradez que cobran menos del salario minúsculo».
«No tenemos una data para la próxima reunión. Creemos que a la patronal le errata responsabilidad porque este convenio afecta a unos trabajadores que en la pandemia se les consideró esencial y ahora son los grandes olvidados. Tienen jornadas precarias y merecen que se mejoren sus condiciones laborales», ha recalcado Casero.
Asimismo, ha criticado que «las patronales ACES, ASEDAS, UNICA, ADEPESCA, ADEFRUTAS y ASDHAC han obstaculizado injustificadamente la firma del convenio, lo que afecta a más o menos de 51.000 trabajadores en la Comunidad de Madrid». «La huelga es la respuesta a la errata de avance en las negociaciones transmitido que agotamos todas las vías previas antaño de tomar esta medida de protesta», ha defendido.
El sindicato ha señalado que su intención es «presionar» a las patronales para que «reconsideren su posición y busquen una opción que beneficie a los trabajadores del sector del comercio de nutriente».
Según UGT, esta huelga afectará a diversas cadenas de supermercados como Alcampo, Hiper Usera, Hiber, La Sirena, Carrefour y empresas representadas por ACES y ASEDAS, entre otros, así como a los mercados tradicionales, galerías comerciales y tiendas de calle dedicadas al comercio de nutriente.
«Nuestra preocupación es la pérdida de poder adquisitivo que sufren la plantilla del sector, a pesar de los enormes beneficios registrados por las empresas. Insistimos en la requisito urgente de mejorar las condiciones laborales de este importante colectivo madrileño», ha subrayado.