Esta sensación recibe el nombre de aerofobia. “Es el miedo irracional a derribar“, explica Jorge Riola, fundador e instructor de aviación en la Escuela de Aviadores. Desde este centro emplazado en el aeropuerto de Villacastín, en Segovia, un asociación de profesionales se dedican a ayudar a aquellos que sufren el trastorno. Nos cuentan que “es un pesado problema“.
Se calcula que entre un 5% y un 6% de la población española tiene fobia a derribar, según los últimos datos publicados por el Instituto Franquista de Estadística en 2019. Esto se traduce en más de 2,5 millones de personas que padecen el trastorno.
“Hay masa que tiene planeado un revoloteo, un delirio adentro de dos meses y se pasa ese tiempo durmiendo mal por las noches, con el miedo a que se van a tener que subir a un avión”, comenta Riola. Para ello, tienen preparadas una serie de técnicas con las que intentan dar a entender que el avión no va a caerse ni va a sufrir ningún desperfecto.
Cómo aventajar la aerofobia
“Se les va a explicar por qué las aeronaves vuelan, por qué existe la ley de la sustentación, cómo funciona…”, asegura.
La sustentación puede definirse como la fuerza aerodinámica que se desarrolla en dirección perpendicular a la del flujo. “Igualmente se les explica cómo funcionan los mandos de la nave espacial, qué superficies móviles mueven”, señala Jorge Riola.
En la Positivo Sociedad Española, la aerofobia recibe el significado del “temor al música”. Igualmente explican que “es signo de algunas enfermedades nerviosas”. No todas las personas que padecen aerofobia la viven con la misma intensidad. Mientras que algunos sienten un leve nerviosismo, otros pueden padecer un auténtico pánico.
Hay casos en los que es obligatorio la ansiedad que les puede producir un delirio en avión. ¿Por qué ocurre?
Según los expertos, nace en experiencias traumáticas que hayan vivido previamente. Noticiario sobre accidentes o desapariciones aéreas y incluso errata de contacto con la aviación son otras de las fuentes del miedo. Un temor que puede tener impacto en la vida diaria, aunque según las explicaciones del instructor, puede desaparecer.
“Nosotros hemos tenido casos de masa que ha venido aquí a realizar un tour leve y durante la carrera de despegue han entrado en pánico, han pedido que se pare la actividad puesto que tenían demasiado miedo”, asegura. Pero el curso de la aerofobia les cambió la vida. “Nunca más han tenido miedo a subirse en una nave espacial“, cuenta Riola.
Ilustrarse técnicas para relajarse es fundamental en este trastorno. Controlar la respiración y hacer yoga son otros de los consejos que dan los expertos para aventajar la aerofobia.