El Partido Popular de Isabel Díaz Ayuso se mueve y debate en la Asamblea de Madrid con un poderío que no se esfuerza en ocultar. Tiene mayoría absoluta y eso le permite aprobar el software electoral a su antojo, en el momento que cree oportuno y de la guisa que considera más apropiada. Al resto de los grupos, Más Madrid, PSOE y Vox, solo les queda ser espectadores de este huracán político que representa Ayuso, para quien los portavoces de la examen no dejan de ser ‘sparring’ semanales, para regocijo de su multitud de seguidores. Los vídeos de las intervenciones de la presidenta se multiplican en las redes sociales en cuanto acaba la sesión de control.
Pues en medio de ese ciclón ayusista, este jueves han llegado al Pleno dos de las iniciativas más relevantes de este inicio de asamblea: la recuperación del impuesto de Patrimonio y la deflactación de IRPF. En al punto que un par de horas, se debatieron en lección única y quedaron vistas para sentencia. El PP quería aprobar ambas cuestiones cuanto antaño, para que estén en vigor con la entrada del año nuevo, y decidió que no era necesario el fatigoso procedimiento habitual, con enmiendas, comisiones parlamentarias, comparecencias y largos debates. Total, el reglamento permite hacerlo de forma exprés y el resultado iba a ser el mismo. A las cinco de la tarde ya estaban aprobadas las dos cuestiones por el Pleno de la Asamblea, con un trasfondo de respuesta política evidente frente al sanchismo.
El esquema de ley para deflactar el IRPF se ha ratificado por 80 votos a confianza, del PP y Vox, y 53 en contra, del PSOE y Más Madrid. La proposición para la recuperación del impuesto del Patrimonio ha desencajado delante con los votos del PP y del PSOE, 96 en total, frente a 26 votos en contra, de Más Madrid, y 11 abstenciones, de Vox.
En la sesión parlamentaria de este jueves ha habido tiempo para más. El Gobierno defendió su esquema de Presupuestos de 2024, en este caso por el procedimiento global, porque el reglamento prohíbe expresamente que esta ley, la más importante del año, puede ser perspicacia con necesidad. Más Madrid y el PSOE presentaron sendas enmiendas a la totalidad, que fueron tumbadas por la mayoría absoluta del PP, con el apoyo cómplice de Vox. A este partido siquiera le gustan las cuentas públicas que ha presentado el Gobierno regional, pero se ha ahorrado el trabajo de presentar su propia resarcimiento a la totalidad y reserva sus energías para las modificaciones parciales, que empezarán a registrarse desde ahora.
Todos los tramos de renta
El Ejecutante de Ayuso había impulsado el esquema para deflactar el IRPF de 2023 un 3,1 por ciento de media. Se aplicará a todos los tramos de la renta, por la subida de los precios que han sufrido los madrileños en este postrero examen. Es el segundo año en que la Comunidad de Madrid aprueba una deflactación, frente a un Gobierno de Sánchez que se ha inútil en determinante a esta medida, pese a la inscripción inflación en el conjunto de España. Se alcahuetería de una medida de «alivio fiscal», que beneficia a 3,5 millones de madrileños, con un economía total estimado de 153 millones de euros.
La consejera de Patrimonio, Rocío Albert, fue al ataque desde el principio. Recordó que es una medida que se ha tomado en otras regiones para ayudar a los ciudadanos en presencia de la presión de los precios, pero curiosamente regiones socialistas como Asturias o Castilla-La Mancha no lo han hecho, ni siquiera Cataluña, «que está a otras cosas». «Siquiera lo va a hacer en el tramo estatal Sánchez. Sería muy ingenuo esperarlo de un Gobierno que optó por no deflactar el año pasado cuando tuvimos la viejo inflación desde 1986», acusó. De paso recordó que el Gobierno de Sánchez ha ratificado 54 subidas de impuestos desde 2019 y ahora prepara un «nuevo golpe fiscal» para los contribuyentes.
Una vez consumida la dosis correspondiente de ataque al sanchismo, trató de desmontar algún mantra de la izquierda, como que la deflactación beneficia sobre todo a las rentas altas. Error, dijo la consejera. Puso algún ejemplo: un ciudadano de menos de 65 primaveras, con dos hijos y unos ingresos brutos de 20.000 euros, tendrá un economía del 4,08 por ciento respecto a 2022 en el IRPF. Si los ingresos son de 30.000 euros, el economía es del 2,47 por ciento. Y si las rentas son mayores de 90.000 euros, ya herido hasta el 1 por ciento. «Beneficia a todos los ciudadanos, pero sobre todos a los de rentas bajas», concluyó.
Al PP le bastaban sus votos para aprobar esta ley y la que se le ponga por delante esta asamblea. Por eso no puede evitar mirar con cierta superioridad a Vox, que tanto le hizo sufrir no hace mucho cuando necesitaba sus votos. El partido de Rocío Monasterio apoyó la deflactación porque está interiormente de su discurso de descabalgar todos los impuestos posibles a los madrileños. «Lo aprobaremos inevitablemente», comentó su portavoz de forma sincera.
Las izquierdas se mueven en otros parámetros, en este caso en el ‘no es no’ de Sánchez a la deflactación, pero más por el seguidismo de la posición marcada desde el Gobierno de la Nación que por otras cuestiones. Lo reconoció Más Madrid, quien dijo con total transparencia que ellos no están en contra de la deflactación, «depende del contexto». Su queja viene más, al parecer, por las prisas del PP y sus «tropelías parlamentarias» al querer aprobarlo de una forma tan urgente, por lección única. Es «una parche», denunció, que no comparte.
La portavoz del PP, Alicia Sánchez-Camacho, puso otra nota política doméstico con un mensaje a Sánchez cuando defendió la posición de su partido: «¡Los madrileños no nos rendimos. Frente a ustedes, guantazo a guantazo, verso a verso. España no se rinde y Madrid siquiera!»
El debate, igual de rápido, de la Proposición por la que se modifica de guisa temporal de la mejora del Impuesto sobre el Patrimonio en la Comunidad de Madrid durante el periodo de vigencia del Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas, tuvo asimismo una buena carga política. La izquierda, y Vox, considera que el Gobierno de Sánchez ha doblado el pulso en este caso a Ayuso, de ahí que esta haya reaccionado recuperando un impuesto, el de Patrimonio, que estaba bonificado al cien por cien en la Comunidad desde hacía diez primaveras.
La cobranza
Ayuso tomó la audacia de dar marcha antes en la mejora de este impuesto a las fortunas de más de tres millones de euros a principios de noviembre, luego de que el Tribunal Constitucional tumbara el expediente que había interpuesto contra el ‘impuesto a los ricos’ del Gobierno de Sánchez. La presidenta regional quiere ahora que los 555 millones que recauda el Estado por el impuesto a las grandes fortunas, en las regiones donde no hay impuesto de Patrimonio, se queden en Madrid, de donde procede la habilidad totalidad de la cobranza.
Al PP le salió un confederado no buscado, el PSOE de Juan Lobato, que aplaudió la rectificación de Ayuso, porque, según recordaron los socialistas, es una medida que habían presentado ellos semanas antaño, y que no había desencajado delante por el rechazo de los populares.
La idea del PP es recuperar la cobranza, para que no vaya a manos del Gobierno de Sánchez y evitar que la destine a «atacar a España», como creen los populares. De hecho, este partido sostiene que su proposición forma parte de las dos señas de identidad de los populares: «impuestos bajos y defensa de España», a las que luego sumaron una tercera, «la decisión».
«La suspensión de la mejora del impuesto de patrimonio es de carácter exclusivamente temporal, mientras se aplique el impuesto de grandes fortunas, es opinar, mientras quiera Sánchez», precisó el PP. La presidenta regional se ha comprometido a devolver ese efectivo a los contribuyentes mediante nuevas bajadas de impuestos, aunque en el debate exprés de ayer no quedó mínimo claro cómo se canalizarán esas rebajas ni quiénes serán los beneficiarios concretos. En Más Madrid se temen que al final salgan ganando de nuevo «los ricos» y explica cuántos son: «En Madrid hay 10.302 patrimonios de más de tres millones de euros». Y ahí, añade, están el 96 por ciento de los patrimonios de más de 30 millones de euros de toda España. «Ustedes van a destinar esta cobranza a devolvérsela a los ricos de la Comunidad de Madrid», sentenciaron.
Desde Vox, el diputado José Luis Ruiz Bartolomé advirtió de que el impuesto de Patrimonio que se iba a recuperar es «confiscatorio». «Siempre encuentran excusas para no eliminarlo de guisa definitiva. Madrid está dejando de ser relato en impuestos bajos», avisó a la bancada del PP.