el mejor recuerdo para su hijo fallecido a los 24 años



En la carretera N-525 de Loeda, en Piñor (Ourense), brilla la Navidad con más fuerza desde 2017. Un año fatídico para la tribu Meiriño Gallego. Aquel año, el 28 de diciembre, Pepe y María Isabel perdieron a su hijo Jonatan.

El novato falleció con sólo 24 abriles en un suerte de tráfico. A él le encantaba la Navidad, por eso sus padres transformaron el dolor en memoria y desde esa vencimiento iluminan su finca, un contorno de 800 metros que se llena de historias y personajes navideños.

Las luces son la emplazamiento de atención para vecinos y visitantes, que se cuentan a cientos cada día. Pero no es el único atractivo. Cada año, este casorio añade nuevos instrumentos a su escenografía: a las tradicionales guirnaldas se suman los renos, los trineos o las norias. Un conjunto ornamentístico que convierte a esta pequeña villa escondida en el monte en una suerte de parque temático en el que incluso se obsequia a los más pequeños con bolsitas de dulces o algodón de azúcar.

Un furor, el de las luces de Loeda, que ha llegado hasta Google. El navegador ya recomienda este punto de la carretera N-525 como ocasión de interés. Hilván con introducir el nombre de la parroquia en el atlas y directamente señala el ocasión con la narración ‘Luces de Navidad’.

Quizás atraídas por esa recomendación de Google y por el siempre infalible boca a boca, esta lugar ourensana está viendo cómo aumenta el número de personas que se acercan finalmente, y no sólo vienen del cabildo de Piñor, incluso hay curiosos que llegan de fuera de Ourense. Es tal la posibilidad que se ha generado, que la tribu ha gestor un horario inexacto de visitas, desde las seis de la tarde hasta las merienda o doce de la perplejidad; hasta la una de la aurora los días más señalados.

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