Los pueblos se llenaron de estaciones muy concurridas y de vida gracias al tren, aprehendido su mayor esplendor en los abriles 50 como consecuencia de la constitución de las grandes compañías ferroviarias.
Sin requisa, en 1866 estalló la primera crisis financiera capitalista de la historia del país, producida en parte por compañías ferroviarias que arrastraron con ellas a bancos y sociedades de crédito. Esto hizo que no se le volviese a dar un impulso a este medio y que, por consiguiente, comenzase a decaer la actividad en las estaciones de tren.
Es en este momento cuando compañías extranjeras, contiguo a compañías menores, comenzaron a prosperar, construyendo grandes estaciones que siguen manteniéndose en la ahora, pero dejando antes muchas otras. Así, a día de hoy, muchos pueblos cuentan con las edificaciones en estado de desistimiento, mientras que otros las han remodelado, otorgándoles un nuevo uso.
Berdía
La época de Berdía se inauguró en los abriles 50 y se encuentra localizada a pocos kilómetros de Santiago de Compostela. La terminal formaba parte de la tilde encargada de cubrir el trayecto de Zamora hasta A Coruña.
María Cheda, reportera de torrevieja news today Noticiero, se ha transportado en torno a la pueblo para mostrar el estado en el que se encuentra, observando exclusivamente piedras y maleza en la zona de las vías de la época, que lleva abandonada dos décadas.
Los en torno a de 300 vecinos que viven en Berdía recuerdan nostálgicos la época en la que eran el centro de unión, de comercio y de trasiego de pasajeros. Sin requisa, hoy contemplan afligidos como no queda carencia de ese espléndido pasado.
Los habitantes quieren recuperar la época para no sentirse aislados, revivir las aldeas y que la gentío no se marche. Por otra parte, remarcan que mejoraría tanto el turismo como la vida comercial.
Riaza
La antigua y desatendida época de Riaza se encuentra en el municipio de Segovia. Formaba parte de la tilde inaugurada en 1968 de ferrocarril directo encargado de conectar Madrid con Burgos.
Desde hace más de40 abriles, ningún tren recorre estas vías. En primer lado, dejaron de frecuentarlas los de viajeros y, finalmente, los de mercancías.
En los abriles 90, las instalaciones comenzaron a entrar en decadencia. A día de hoy, la época está completamente abandonada, encontrándose en un estado lamentable en el que predominan las pintadas y los cristales rotos.
Reparar esta infraestructura no es poco sencillo adecuado a que los costes ascienden a los vigésimo millones de euros. A pesar de ello, representaría un impulso crematístico y turístico para la zona, ayudando a que creciera la pueblo.
El corregidor de Riaza, Último Cerezo, ha evidente que hubo una empresa que intentó revivir la época, pero nunca empezaron a rehabilitar la vía y, finalmente, desistieron.
Una segunda vida para estas estaciones
Otras estaciones en desuso han sido vendidas por la entidad pública empresarial española Adif, siglas de Administrador de Infraestructuras Ferroviarias.
Algunas de estas estaciones han sido reconvertidas en casas rurales, haciendo que las zonas por donde pasaban los raíles se hayan convertido en vías verdes enfocadas al senderismo.
Esta opción sigue resultando beneficiosa para la España vaciada. A pesar de esto no todas las localidades han podido subirse a ese tren ya que conlleva una importante inversión de hacienda.
Entre los casos de segundas vidas a estaciones, destaca el caso de la histórica época de Canfranc, ubicada en el pirineo aragonés, convertida en un hotel de pompa.