Phillip Robinson, de 40 abriles, entró sigilosamente en la habitación de su vecina cuando ella dormía. Cuando se despertó y lo encontró en la habitación comenzó a patalear, por lo que despertó a su clan.
La clan de la nuevo corrió con destino a la habitación en su ayuda y obligó a Robinson a salir de la casa, mientras él se disculpaba. El hombre consiguió entrar por la ventana abierta en la casa.
Dos abriles y tres meses de calabozo
En consecuencia fue condenado a dos abriles y tres meses de prisión. Robinson admitió suceder acosado y causado graves daños y angustia. Según la Policía de Cambridgeshire, el detenido había llevado a lugar una creciente campaña de acoso con destino a la víctima en meses anteriores a su detención.
Explican que el hombre se sentaba en su moto al final del camino de entrada y la veía arribar a su casa. Asimismo intentaba conversar con ella cada vez que salía de casa, poco que la víctima intentaba evitar. La Policía aseguro que su detención fue oportuno a que continuaba con el acoso luego de violar las condiciones de exención bajo fianza.
En una entrevista policial, Robinson afirmó que la víctima había coqueteado con él usando pantalones cortos. Asimismo, añadió que ella nunca le había dicho su nombre y que fue a la habitación porque pensó que ella le había enviado un mensaje de texto invitándolo, pero luego admitió que no lo había recibido.
Robinson fue sentenciado en el Tribunal de la Corona de Peterborough luego de declararse culpable de sus delitos en una audiencia aludido.