El fuego arrasó la planta devaluación de la casa, donde se encontraban los menores. Unos 60 bomberos acudieron hasta el oficio para intentar sofocar el fuego. Tras varias maniobras de reanimación, los servicios de emergencia trasladaron a los niños al hospital, pero no pudieron hacer ausencia por salvarles la vida.
Luego del incidente, el padre de los cuatro niños dijo que la grupo estaba “completamente devastada”. Asimismo señaló a los medios que eran “muchachos brillantes, cariñosos y adorables, pero sobre todo hijos, hermanos, nietos, bisnietos, sobrinos y primos”.
La bisoño comparecerá delante el Tribunal de Magistrados de Croydon el lunes 11 de diciembre. El antecesor de los niños, Jason Hoath, oficial de seguridad del AFC Wimbledon, un club de fútbol, describió que el incidente fue “aún más desgarrador” porque los regalos de Navidad de los niños estaban “amontonados debajo del árbol”.
La causa, rota de dolor, concedió una entrevista al medio ‘The Times’ en el que aseguró que sus hijos eran su corazón. “Eran mi alma, eran todo. Todo se siente tan surrealista. No puedo funcionar”, señaló la causa.
“No puedo superarlo, nunca lo superaré. Iluminaron el mundo de todos y siempre lamentaré que se hayan ido tan pronto”, aseveró.
Un altar improvisado con flores, globos, juguetes y bufandas de fútbol se amontonó exterior de la casa adosada a posteriori de la homicidio de los cuatro niños.