El incendio de las baterías de dos patinetes eléctricos en la tiempo de La Elipa (partidura 2 de Patrón) marcó un ayer y un luego. Las imágenes del coche calcinado y los cristales totalmente estallados impactaron tanto que desde el pasado 11 de noviembre tienen prohibido el paso a toda la red del suburbano madrileño, Patrón Presuroso, los autobuses de la EMT, interurbanos y urbanos en otros municipios y a los cinco intercambiadores de transportes –Plaza de Castilla, Moncloa, Príncipe Pío, Plaza Elíptica y Avenida de América– de la caudal. Y ahora, desde mañana, el veto se extenderá igualmente a los trenes de Renfe.
Esta prohibición viene fundamentada por «la situación de peligro generada frente a incendios de baterías que se han registrado en algunos transportes públicos por su manipulación, desperfectos por golpes, paso del tiempo o la utilización de cargadores diferentes», argumentaron en la reunión del Consejo de Delegación de la compañía del pasado 27 de noviembre en la que acordaron esta restricción.
Encima de los patinetes eléctricos, siquiera podrán aceptar los usuarios de monociclos o cualquier otro dispositivo de movilidad personal eléctricos o dotado de baterías. Solo están exceptuados los vehículos de personas con movilidad pequeña y las bicicletas eléctricas.
Sevilla fue la primera ciudad, en 2021, en impedir que los viajeros entraran al Patrón con sus patinetes eléctricos en la hora punta los días laborales. El pasado febrero, Cataluña prohibió tanto el paso a los vehículos como a las propias infraestructuras –como estaciones o andenes– de transporte notorio tras la arrebato de un patinete en el servicio de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña en noviembre de 2022.
En otros países, algunos operadores ferroviarios de Reino Unido e Irlanda, y el Patrón de Londres o Hamburgo (Alemania), igualmente han prohibido el paso de patinetes eléctricos a sus trenes.
Una vez que mañana entre en vigor la medida, Renfe podrá exigir a un viajero a desatender el tren si lleva un objeto, equipaje o transporte que represente un peligro para la seguridad y el buen funcionamiento de la explotación del transporte, o para la seguridad de los demás viajeros.
Hasta 200 euros de multa
En las estaciones de Cercanías gestionadas por Renfe se informará de la prohibición si se detecta a un viajero con un patinete eléctrico, e igualmente se podrán hacer inspecciones aleatorias con agentes de seguridad.
En el caso de la red de patrón y autobuses que gestiona el Consorcio Regional de Transportes de Madrid quien incumpla la norma no solo será expulsado, sino que igualmente tendrá que afrontar una multa de entre 100 y 200 euros.