El Servicio Cántabro de Salud tendrá que pagar 30.000 euros al viudo de una paciente por la demora en su colonoscopia


El Servicio Montañés de Sanidad (SCS) no ha recurrido la sentencia que condenaba a este organismo a indemnizar con 30.000 euros al viudo de una chavea, de 32 abriles, que murió de cáncer de colon, y a la que no se realizó una colonoscopia con carácter preferente, en semanas en vez de meses, a pesar de los síntomas que presentaba e indicios de que padecía una enfermedad llano.

Al no apelar frente a el Tribunal Superior de Equidad de la comunidad, la resolución condenatoria, del Auditoría de lo Contencioso-Oficial número 1 de Santander, ha adquirido firmeza, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.

El decreto -que extendía la condena a Berkley Insurance, la aseguradora del organismo sanitario- concluía que «hubo una pérdida de oportunidad vivo de obtener un resultado desigual de haberse acogido la vía médica omitida», pues cuando la chavea fue diagnosticada tenía ya tenía metástasis y era inalcanzable la curación.

«Estamos hablando de una sencilla prueba diagnóstica en una paciente que no mejoraba y que, precisamente por su vida, permitía inferir la existencia de un proceso de maduro agravación frente a las iniciales sospechas», resaltaba el magistrado, para quien de haberse practicado la colonoscopia en las semanas siguientes al desmejoramiento de los síntomas, en vez de a los seis meses, la posibilidad de supervivencia cinco abriles hubiera pasado del 5 al 50 por ciento.

En la resolución legislativo fue determinante el documentación pericial aportado por el demandante, manufacturado por un entendido en oncología, que tras analizar el historial de la mujer y sus visitas a Urgencias y especialistas del Hospital Valdecilla consideró que la recital médica fue correcta hasta noviembre de 2018.

En ese momento, los síntomas de dolor que persistían desde hacía meses yuxtapuesto con diarrea (de tres a cuatro deposiciones al día), nivel en crimen suspensión, PCR y calproctetina fecal elevada, eran «claramente indicativos» de una patología llano, incluyendo la posibilidad del cáncer de colon.

De hecho, el servicio váter solicitó una colonoscopia con biopsias, aunque la programó para mayo de 2019, es aseverar, seis meses luego, cuando dada la cambio de la chavea la prueba debería haberse resuelto con carácter preferente, en el plazo de cuatro a seis semanas.

Sin secuestro, la mujer acudió el 28 de abril a Urgencias con dolor ventral, cólico y diarrea de seis deposiciones, yuxtapuesto con vómitos. Y tuvo que regresar al día futuro insistiendo en las diarreas que padecía desde hacía año y medio y en la pérdida de peso, de 4 a 5 kilos en los últimos meses.

Entonces se acordó practicar una ecografía trasvaginal, que mostró una ofensa sospechosa, y un TAC, que detectó el tumor y la metástasis. La colonoscopia se practicó el 9 de mayo, confirmando el dictamen.

En ese momento, la posibilidad de supervivencia era inferior al 5% al estar el cáncer en estadio IV, por lo que se pautó quimioterapia, pero no curativa, sino paliativa, al ser la enfermedad ya incurable y con afección pulmonar, hepática, peritoneal y ovárica.

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