No es un mantra, aunque se lleva escuchando desde el año 2008, cuando salió a la luz el primer estudio serio sobre el débito de profesionales que alertó de la error de médicos en hasta 15 especialidades en el período 2008-2025. Los firmaron las profesoras de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Patricia Barber Pérez y Beatriz González López-Valcárcel, las mismas que volvieron a elaborar el que ahora maneja el Servicio de Sanidad para el período 2021-2025.
En aquel estudio se pedía planificación, que es lo que no se hizo y de aquellos barros estos lodos. Lo resume el asesor de Sanidad, Alejandro Vázquez, que ha sido cuestionado en las últimas semanas por contratar a médicos sin preparado, poco que, defiende, han hecho todas las comunidades autónomas, incluso en tiempos precovid, desde Andalucía a Cataluña, pasando por Navarra y País Vasco, que es líder en retribuciones, y que ha tenido que resistir a cerrar de forma temporal algunos centros de salubridad.
«No es un problema. Es el problema» que le ha obligado a esta media que justifica en «la obligación imperiosa de abastecer la donación sanitaria». Sin estos 235 profesionales contratados sin preparado, poco que «por supuesto es judicial», se caería la Atención Primaria en muchos lugares, en peculiar en los pueblos, afirma.
Mientras se llega un acuerdo franquista, explica en una entrevista a Ical que su sección ya dibuja zonas de difícil cobertura y medidas nuevas que podrían comenzar a aplicarse el próximo año y con las que quiere taponar esta sangría que es un «oneroso problema de Estado». «Si no se nos hace caso tendremos que utilizar todo lo que tenemos a nuestro talento para que el Servicio tome conciencia y se dé cuenta de una vez de la importancia que tiene el débito de profesionales».
-Estamos hablando de más de 230 contratos sin título, ¿no son muchos?
Mire, en agosto, se hablaba de que aproximadamente el 40 por ciento de los médicos de que presta donación sanitaria en Atención Primaria en Tenerife no tenían título de entendido homologado. Hoy, hay otras noticiero que dicen que el 40 por ciento de todos los médicos de Cataluña no tiene el título de entendido homologado. Hace pocas semanas, el 23 de octubre, leía que en Asturias hay más de 1.100, mientras que ayer de 2018 solo había 475. Todo esto demuestra que en todas las comunidades autónomas hay contrataciones de este tipo. Lo que pasa es que nosotros somos mucho más transparentes y decimos los que tenemos contratados.
-¿La idea es contratar a otros cien médicos más bajo esta fórmula?
– Estamos manteniendo una norma, parágrafo de ser muy escrupulosos en la bolsa y en los llamamientos, el contratar solo aquellos que no son imprescindibles para abastecer la donación sanitaria. Es asegurar, siempre que podemos encontrar otro mecanismo de reorganización que nos permita abastecer la donación, evitamos la contratación.
-Las sociedades científicas de Medicina de Clan le han reprochado que esta forma de llevar a cabo desprestigia la preparado y que, encima, el que paga es el paciente. ¿Lo ve así?
-Entiendo que no. Porque, en primer superficie, no se está perjudicando a ningún médico de clan. Es asegurar, cualquier médico de clan que quiera trabajar con nosotros, va a poder trabajar con nosotros, luego no hay ningún perjuicio ni ningún descrédito. Y en segundo superficie, cualquier residente que se está formando en Medicina Corriente y Comunitaria con nosotros no va a ver afectada su formación, porque ningún de estos médicos contratados sin título de entendido va a participar en su formación. Por lo tanto, no hay ningún descrédito de la División Medicina Corriente y Comunitaria que me merece absolutamente todo lo respeto. Lo que hay es una obligación imperiosa de para dar donación a la población.
-¿Es un problema exclusivo del medio rural?
-Es muy enredado, pero en parte. Verdaderamente la zona rural, donde Castilla y Bizarro tiene más del 60 por ciento de sus centros de salubridad, es poco atractiva para estos profesionales, con el problema añadido de que no lo conocen porque se forman en centros urbanos. Llevamos dos primaveras pidiendo al Servicio flexibilizar las condiciones de justificación para que centros de salubridad rurales puedan formar médicos y se nos ha hecho caso omiso. Luego el problema es un problema multifactorial y con muchas variables.