La locura por hacerse ‘selfies’ con las luces de Navidad de Barcelona obliga al Ayuntamiento a tomar medidas


La Navidad nos hace cometer locuras y más a posteriori de que la pandemia obligara a alterar durante un par de primaveras una de las épocas más felices para todos. De aquí a que en los últimos primaveras muchos municipios se hayan venido en lo alto con la iluminación en las calles: prueba de ello es lo que ocurre en Vigo, con su afán por ser la ciudad más iluminada, o Badalona, con sus aspiraciones este año de tener el árbol más parada de España.

Barcelona siquiera se queda allá de su espíritu por tener una Navidad más vistosa que nunca y de aquí a que la presencia de luces colgadas en los ejes comerciales de la ciudad haya ido a más. Este año, por ejemplo, el recién estrenado gobierno Collboni ha atavío el paseo de San Juan y nuevos tramos de Gran Via que nunca habían tenido luces y ha decidido ampliar horarios de tolerancia.

En este sentido, el paseo de Sandunga se está llevando todas las miradas y es que sus comerciantes han vuelto a colgar este año una embellecimiento sobria y elegante que ofrece en su conjunto una imagen de película. Se alcahuetería de pequeñas tiras colgantes de luces doradas que acaban con grandes estrellas o bolitas. Todo en un mismo color y que produce una imagen muy elegante y vistosa.

Colas para invadir la calzada

Las luces en la renta catalana se abrieron el 23 de noviembre y desde el primer momento se vio que las de paseo de Sandunga serían las más populares. Y entre la bucólica estampa, el boca a boca y la competición en redes sociales para ver quién tenía la imagen provocó un alud de ciudadanos en masa a paseo de Sandunga en examen de la captura perfecta.

Así, desde entonces (y especialmente estos últimos días con motivo del puente de la Constitución) los momentos de posados se han ido sucediendo sin detener, entre las 17.30 y la medianoche. La familia se acumula en las aceras y, cuando los semáforos cambian, invaden en masa la calzada del mítico paseo, tomando el centro del paseo (para que la imagen no quede descentrada) y posando con posturas o selfies. Algunos buscan encuadres desde el suelo y otros incluso llegan con el trípode.

Las alertas se activaron al ver que muchos llegaban a cometer imprudencias con tal de tener su foto perfecta. Multitud que sigue en el asfalto a pesar del inminente paso de coches o buses, que tienen que terminar usando el claxon para evitar males mayores, y que sigue haciendo poses a pesar de que el semáforo cambia de color. Los hay que quieren conseguir la foto perfecta saltando o immortalizando con un beso el acto sexual.

El caso ha perfecto, por ahora, con la decano presencia de la Custodia Urbana en la zona. Los agentes están patrullando más en moto y coche para advertir a los imprudentes de que deben apartarse. Y ha habido más: desde el pasado fin de semana se ha tratado de circunscribir los laterales del paseo, con cintas policiales entre los plataneros, para tratar de que así quede claro que no debe invadirse la calzada si no es por los pasos de peatones.

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