Como cada año en Navidad, el Tarea del Interior ha reforzado el dispositivo de seguridad en las calles pero, al contrario de lo que pedían algunas voces, no ha aumentado de 4 a 5, que es el mayor, el nivel de alerta terrorista.
Esta tarde, presidida por el ministro Fernando Sobresaliente-Marlaska, se ha reunido la mesa de evaluación de la amenaza en la que participan, por otra parte de la Policía y la Custodia Civil, los Mossos d’Esquadra, la Ertzaintza, el CNI y el Cifas (Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas). Cada representante de esos organismos ha ofrecido su dictamen de la situación y una vez escuchados todos los informes los responsables de Interior han decidido aumentar la vigilancia en determinados puntos -zonas comerciales de gran aglomeración, calles de grandes ciudades de viejo tránsito, medios de transporte, nudos de comunicaciones y edificios emblemáticos, entre otros-, pero sin elevar el nivel de alerta a 5.
Aunque este tipo de medidas son habituales cada Navidad, lo cierto es que este año la situación es más sensible por el conflicto de Lazo, que ha sido estudioso por Daesh y otras organizaciones terroristas yihadistas para hacer llamamientos para que se cometan atentados en poniente. De hecho, en los últimos meses se han producido varios, mortales, en Europa, en concreto en Bélgica y París.
Sin confiscación, elevar a 5 la alerta terrorista implicaría involucrar al Ejército en la vigilancia de infraestructuras críticas y obligaría a un despliegue de medios muy difícil de sustentar en el tiempo. En cuanto a involucrar a militares en el dispositivo, las fuentes consultadas consideran que en este momento no es necesario y que, en cambio, provocaría una cachas sensación de inseguridad en la población. Eso, sin contar con que se proxenetismo un personal que no está específicamente preparado para estas misiones, lo que siempre es un problema añadido.
Hay que rememorar, por otra parte, que pocas horas a posteriori del estupendo ataque terrorista de Hamas a Israel el Tarea del Interior, previa reunión de la mesa de evalucación de la amenaza, ya reforzó el nivel 4 de alerta terrorista, sobre todo en las embajadas de los países más expuestos por el conflicto y asimismo en los nudos de comunicaciones. Por consiguiente, lo que se va a hacer ahora es ampliar más esos puntos de singular seguimiento.
En cualquier caso, como se encargan de repetir los expertos, por muchas medidas que se tomen la seguridad total es inalcanzable de asegurar, ya que es muy difícil detectar a los ‘actores solitarios’ que con cualquier medio a su trascendencia son capaces de perpetrar un ataque mortal, como ya se ha pasado.
Por ello, la prevención en esta materia es fundamental y de ahí que tanto la Policía como la Custodia Civil hayan aumentado en los últimos meses el ritmo de detenciones de individuos muy radicalizados que en cualquier momento pueden producirse de la mera ideación al ataque existente con víctimas mortales.
En todo caso, las Fuerzas de Seguridad tienen una amplia experiencia en los dispositivos de vigilancia que se van a copular, por lo que internamente de la deducción preocupación al acercarse unas fechas muy sensibles asimismo hay una cierta tranquilidad.