Sintonía, cita gastronómica «slow» de renovada tradición


Un ágape en Sintonía es un respiro en la ajetreada vida barcelonesa. Pese a ser el restaurante del Hotel Gallery, tiene vida propia al entrar desde el pasaje que une Roselló con los jardines del Palau Robert, desde donde es recomendable dirigir los pasos para aparecer a sumergirse en una experiencia gastronómica «slow». El establecimiento no dobla turnos, lo que permite una sobremesa sosegada, gracias todavía a una adorno elegante entre paredes acristaladas que facilitan la relajada visión de una terraza interior ajardinada allá del bullicioso tráfico mientras la conversación fluye sin interferencias ajenas, gracias a una generosa distancia entre las mesas.

Sintonía es para disfrutar sin prisa de la adhesión cocina de Pablo Tomás en uno de los mejores rincones del Eixample de Barcelona. Enamorado de la cocina a fuego pausado que hace posible, por ejemplo, el canelón XL de «rostit» de ocho carnes con salsa de foie y setas de temporada, el chef, que recaló antaño en elBulli, Arzak y Drolma, ofrece en Sintonía unos menús degustación de consideración por 50 euros sin maridaje y con el seña final de un gintonic de sobremesa por 6 euros más. Toda una invitación para tender la sobremesa.

La degustación arranca con madreperla con gazpacho de tomate verde y jalapeños; el brioche de rabo de vacuno al caldo tinto, pepino y cheddar; la ensalada de perdiz roja, judías de Santa Pau, zanahorias y miel; el arroz de montaña; el pescado del día con pilpil de citrón y zumo de piparras dulces; el solomillo de vacuno madurada a la brasa, parmentier y café de Paris y, de colofón, un célebre croissant ennegrecido relleno de crema que se puede flanquear con el caldo Dolc de Foc Espurnes.

Además es recomendable aparecer con la Gilda de bacalao, piparra y cebolla roja para despertar el paladar inmediato a un rama de errante ruso con atún y huevo, entreambos aperitivos regados con un camomila. Los guisantes del Maresme con puerco espín de mar y trufa (Pablo Tomás es turolense y le encanta este hongo) y las alcachofas sobre parmentier son dos ordenanza de muestra de su reto por el buen producto que si se acompaña con Montes Obarenes compensa el punto amargo de las alcachofas.

El cava Sabaté i Coca Mosset Brut es ideal para maridar con el canelón XL de rostit de ocho carnes antaño de sumergirse en la paleta de docenas de sabores del steak tartar de vacuno madurada gracias a su amplia selección de «toppings» como el huevo de codorniz, el caviar o la madreperla, que le confiere el punto salino. El steak tartar es uno de los hits del establecimiento, no solo por la icónica cabecera de vacuno/toro encima de una mesa adhesión que se acerca a los comensales para elaborar el plato, convirtiéndose en protagonista del momento, sino por la enorme trayectoria de más de 16.000 unidades preparadas en los últimos cinco primaveras, signo del aprecio de los comensales, a quienes se le pregunta el inclinación o punto deseado de picante. Si se acompaña con el caldo 2.15 del Empordà la experiencia queda redonda.

Otro de los títulos que aseguran la propuesta de Sintonia es el compromiso que adquiere el chef con la disyuntiva del producto. Pablo Tomás se rodea de proveedores que a su vez trabajan con mimo los productos, como la carne de caza y aves del ojeador Higinio Gómez, las setas con Petràs, los embutidos de Cal Rovira, la fruta y la verdura con Pau Santamaria, el lechazo con una cooperativa ordinario, o el macaroni fresco que lo produce un artesano, entre otros.

Para los días festivos de Navidad, el hotel Gallery ha facultado diversos salones para poder acoger a todos los clientes del restaurante Sintonía que disfrutarán de la mesa navideña con unos menús particular e igualmente elaborados a fuego pausado.

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